Últimos acontecimentos en la cuestión del Sahara Occidental
El expediente del conflicto del Sáhara Occidental oponiéndo durante cuarenta años a Marruecos con Argelia a través del Polisario interpuesto, conoce estos días nuevos giros.
En el momento en que el mediador de la ONU para el Sahara, Christopher Ross es esperado en Rabat, el siguiente paso de una nueva gira que lo ha llevado el 5 de septiembre a los campamentos de Tinduf y Argel y luego en Madrid , fuentes marroquíes anunciaron al amparo del anonimato, una visita inminente para el Reino, del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.
Por ahora no hay fecha anunciada para esta primera visita de Ban en Marruecos, cuyos detalles se están finalizando en el marco de la Asamblea General de la ONU que está teniendo lugar en Nueva York.
Si se confirma esta visita, que será la primera de su tipo que Ban Ki-Moon iniciará antes del final de su mandato al frente de la ONU en 2016.
Las mismas fuentes afirman que el Secretarío General de la ONU y los diplomáticos marroquíés presentes en Nueva York están en discusión para preparar la visita prevista para las próximas semanas.
Mientras tanto, Christopher Ross continúa su gira por la región para tratar de reactivar el proceso de negociaciones que choca en la posición fija y contraproducentes de Argel y del Polisario que parecen optar por el status quo pese a las llamadas de la comunidad internacional al realismo para activar la solución política consensual de una disputa territorial que se arrástra durante casi cuatro décadas.
Por otra parte, el Gobierno de Suecia ha creado la sorpresa detrás de las escenas en la ONU en Nueva York y Ginebra, anunciando su intención de querer reconocer la llamada República Saharaui «RASD» que incluso la gran familia de las Naciones Unidas nunca ha reconocido.
Si el gobierno de Estocolmo seguiria adelante con su enfoque, comentan los diplomáticos occidentales en Nueva York, Suecia empañara su imagen alineandose con unos pocos países, la mayoría no democráticos, que reconocen al Polisario y su quimérica república.
Para el ex diplomático estadounidense, Edward Gabriel, el proyecto del gobierno sueco «interfiere con la neutralidad» del proceso de negociación llevado a cabo bajo los auspicios de la ONU para lograr una política, duradera y mutuamente aceptable para las partes en conflicto.
El ex embajador de inmediato califico el enfoque sueco de «perjudicial, engañoso e incorrecto», diciendo «Estocolmo arriesga también de frustrar los esfuerzos de las naciones animados de buena voluntad para encontrar una solución de compromiso a la cuestión de Sahara y mantener fuera a los grupos extremistas que operan en la región «.