ONU: Hilale refuta los mitos fundadores de la diplomacia argelina sobre el Sáhara marroquí

Ante los miembros de la 4ª Comisión de la Asamblea General de la ONU, el embajador y representante permanente de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, descompuso los mitos y mentiras que Argelia, padrina y defensora del grupo separatista armado «polisario», divulga sobre el diferendo regional sobre el Sáhara marroquí.

Replicando a su homólogo argelino, que hablaba con aparente nerviosismo, Hilale señaló que el tono y los términos del discurso del embajador argelino traicionan descaradamente el carácter bilateral de este diferendo regional, subrayando que la cuestión del Sáhara marroquí es una «cuestión de geopolítica y de hegemonía regional de su país y no de autodeterminación».

Tras señalar que la vuelta del Sáhara a la madre patria, Marruecos, ha zanjado definitivamente esta cuestión en el marco de la integridad territorial del Reino, y ello de acuerdo con la Carta de la ONU, las resoluciones del Consejo de Seguridad y la legalidad internacional, el embajador marroquí afirmó que los discursos y acciones de Argelia consagran la bilateralidad de la cuestión del Sáhara.

Hilale consideró «sorprendente» que Argelia «capte un principio de la ONU y lo utilice sólo para el diferendo del Sáhara marroquí», subrayando que, como siempre ha afirmado Marruecos, el principio de autodeterminación en sentido amplio no puede ser variable.

«¿No escribió el embajador argelino en una carta al Consejo de Seguridad el 13 de julio, afirmando que +todos los pueblos del mundo+ tienen derecho a decidir sobre su futuro?», se preguntó Hilale, señalando que Argelia no hace nada para que «todos los pueblos del mundo», sin excepción, puedan disfrutar de él algún día.

El diplomático marroquí precisó que la posición argelina plantea varias preguntas legítimas: «¿Dónde está Argelia y dónde está su apego obsesivo al principio de autodeterminación cuando se trata de otras cuestiones que examina la Cuarta Comisión?

«Lo que le interesa a Argelia, por supuesto, es Marruecos y sólo Marruecos. Su única y última agenda es el Sáhara marroquí», subrayó, y se preguntó si Argelia tiene el valor de hacer las mismas peticiones para los otros temas tratados en esta Comisión.

«Por supuesto que no, Argelia nunca ha podido decir una sola palabra a su favor», sostuvo, preguntándose si «la defensa de la Carta de la ONU autoriza a un país, Argelia en este caso, a proclamarse ejecutor de este principio, en particular recurriendo a un grupo separatista armado». Por supuesto que no, zanjó.

El embajador también destacó que las acciones de Argelia contradicen su pretensión de tener un estatus de observador en este diferendo regional, añadiendo que Argelia «dedica su diplomacia exclusivamente a la promoción y defensa de un grupo armado con vínculos probados con el terrorismo, lleva a cabo campañas de alto presupuesto contra Marruecos con el único objetivo de dar credibilidad a la ilusión de un Estado títere autoproclamado en el desierto de Tinduf, y obstruye el proceso político de la ONU para la solución de este diferendo».

El diplomático marroquí continuó diciendo que “¿no fue Argelia el único país del mundo que rechazó la Resolución 2602 del Consejo de Seguridad mediante un comunicado oficial de su Ministerio de Asuntos Exteriores? ¿En calidad de qué lo hizo?

«¿Acaso Argelia, que sigue bloqueando los esfuerzos del Enviado Personal para relanzar el proceso de la mesa redonda, tal y como se pedía en la Resolución 2602, no rechazó dicha mesa redonda en una carta dirigida al Consejo de Seguridad, a pesar de que ya había participado en ella con dos de sus sucesivos ministros de Asuntos Exteriores? ¿En qué se basa para oponerse a este proceso?», prosiguió el embajador marroquí.

Hilale subrayó también que la moraleja de este diferendo regional es que la cuestión del Sáhara «nunca habría existido si Argelia hubiera sido un vecino pacífico, apegado y fiel a los valores de la buena vecindad y respetuoso con los principios de la Carta de la ONU».

Refiriéndose a la desastrosa situación de los campamentos de Tinduf, en el suroeste de Argelia, el diplomático marroquí indicó que los secuestrados en estos campamentos «han sido mantenidos, durante casi cinco décadas, en las condiciones más inhumanas del mundo», agregando que estas personas «sufren las peores violaciones de sus derechos más elementales y siguen siendo las únicas en el mundo que no están registradas ni censadas, en violación del derecho internacional humanitario y de las resoluciones del Consejo de Seguridad, debido a la oposición de Argelia a que serán censadas».

El mismo anotó que el grupo separatista armado «polisario» procede a la separación forzosa de los niños de sus familias para su reclutamiento militar, tal y como indican los diversos informes del Secretario General de la ONU y de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

«Se trata de un crimen de guerra y todos los responsables tendrán que rendir cuentas ante la justicia internacional», concluyó el embajador.