Reducción de visados para el Magreb, una estrategia francesa que ya no tiene razón de ser – politólogo –

El mantenimiento de la estrategia francesa consistente en una reducción drástica de los visados con respecto al Magreb «no tiene más razón de ser, salvo hacer permanente una sanción tomada bajo un baño de sangre electoral», subraya, hoy sábado, el politólogo Mustapha Tossa.

«Este es el gran tema polémico de la relación entre Francia y el Magreb. La espectacular y repentina escasez de visados concedidos por los consulados franceses molesta prodigiosamente», escribe en un análisis titulado «Los visados, ¡un arma francesa de doble filo!

Según él, el «shock» de los visados ha golpeado duramente a una élite acostumbrada a una movilidad incesante entre las dos orillas del Mediterráneo, añadiendo que hoy, frenada por esta drástica reducción de los visados, esta élite rumia su decepción y hace un llamamiento a las autoridades en el poder.

Tossa considera que esta cuestión es el tema «cardinal» sobre el que el Gobierno francés y su ministra de Asuntos Exteriores, Catherine Colonna, son «muy esperados», recordando que la decisión de imponer un régimen seco a los solicitantes magrebíes de visados (50% menos para Marruecos y Argelia, 30% para Túnez), se había tomado en un contexto electoral muy abrasivo, con una extrema derecha que imponía a Emmanuel Macron, en falta de posturas sólidas sobre los temas soberanos y la seguridad, tomar decisiones radicales.

Para el politólogo, este enfoque disimulaba mal su alcance electoralista en un momento clave en que la gobernanza Macron atravesaba «serias zonas de turbulencias», señalando que su mantenimiento «ya no tiene su razón de ser», tanto más cuanto que la pesadilla Zemmour ha hecho un gran «pshitt», mientras que la extrema derecha de Marine Le Pen ha sido políticamente contenida.

A juicio del autor, se trata de un arma de doble filo, que castiga a los que aman a Francia o la practican por razones de comercio, de estudios, de turismo o simplemente por razones familiares.

Su mantenimiento sin más explicaciones que un «vago temor» de que los titulares de visados puedan caer en la ilegalidad de la estancia en Francia puede distorsionar los fuertes vínculos humanos y culturales entre Francia y sus vecinos del Magreb, advierte el autor del análisis, publicada en el sitio Atlasinfo.

Por todas sus razones, señala, el Gobierno francés, con una gran profesional y experta en relaciones internacionales como Catherine Colonna a la cabeza de su diplomacia, debería tener como prioridad sacar la relación Francia/Magreb del peligroso callejón sin salida al que se dirige», añade el autor, para quien Macron «no puede permitirse el lujo en cada ocasión de poner de relieve el vínculo excepcional que une a Francia con esta región, manteniendo al mismo tiempo una actitud de sanciones y de advertencia, a riesgo de dañarla considerablemente».