C24: Los campamentos del «polisario», «caldo de cultivo» para el terrorismo – peticionario –
Los campamentos de Tinduf, en el suroeste de Argelia, se han convertido en un «caldo de cultivo» para terroristas, contrabandistas y delincuentes, dijo Mohamed Elaissaoui, peticionario, ante el Comité de los 24 de la ONU (C24).
«La comunidad internacional está llamada a examinar la situación de los campamentos de Tinduf, que se han convertido en un caldo de cultivo para terroristas, contrabandistas y criminales asesinos», subrayó en la reunión anual del C24 en Nueva York, señalando que el país anfitrión, Argelia, tiene «plena responsabilidad» por la situación en los campamentos, donde los jóvenes están cediendo a los cantos de sirena del terrorismo y el extremismo.
En este sentido, señaló que la falta de perspectivas y de sentido de pertenencia y educación en un entorno «que sólo cree en el lenguaje de las armas», hace que los jóvenes pierdan la esperanza y «sean presa fácil de los grupos terroristas». «Esto complica la frágil situación de seguridad en el norte de África y el Sahel y podría incluso desestabilizar a los países europeos», advirtió Elaissaoui.
El peticionario también destacó que las regiones del norte de África y del Sahel «se enfrentan a los retos de seguridad que suponen las amenazas del grupo separatista armado y del país que lo alberga y apoya», y añadió que se ha demostrado la implicación de la milicia «polisario» en actos terroristas y su asociación con grupos terroristas armados en la región del Sahel. «Esta situación complica aún más los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver las crisis en estas regiones», consideró.
En este contexto, recordó el caso de Adnan Abu Walid al-Sahrawi, líder del grupo yihadista Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS) y mercenario del «polisario» que llevó a cabo una operación terrorista en un país del Sahel en octubre de 2017. Esta operación costó la vida a valientes soldados que cumplían su misión en el marco de la lucha internacional contra el terrorismo en la región, recordó.
Ante los miembros del C24, Elaissaoui subrayó que Abu al-Walid creció en los campamentos de Tinduf, en brazos del «polisario», que no le ofreció una plaza en la escuela, no le enseñó dibujo y artes como a todos los niños, y no le proporcionó ninguna perspectiva de futuro.
«En cambio, le enseñó a odiar, matar y usar armas hasta que creó el grupo +Al-Mourabitoun+ con Mokhtar Belmokhtar y prometió lealtad al líder del Estado Islámico en 2015, antes de ser liquidado en una operación de las fuerzas internacionales en agosto de 2021.»
En el mismo contexto, y hace unos días, el denominado Wali Mohamed Akik, miembro del «polisario», amenazó a Marruecos desde Tinduf, ante la mirada del país anfitrión, Argelia, y «lanzó un llamamiento para llevar a cabo operaciones terroristas en ciudades marroquíes», continuó el portavoz.
«Esto indica que el ‘polisario’, después de que la comunidad internacional haya revelado su verdad, ha blandido la carta del terrorismo, lo que representa una amenaza para la seguridad y la estabilidad de la región y exige la intervención urgente de las Naciones Unidas para disuadir a este grupo terrorista y poner fin a sus proyectos subversivos», dijo, subrayando que el país anfitrión no puede ser excluido de esta ecuación, ya que es responsable de armar y financiar al ‘polisario’.