Sáhara Occidental : La nueva ofensiva de la diplomacia marroquí
La diplomacia marroquí se ha arremangado para una nueva batalla en el dossier del Sahara.
Ya en el frente africano, el Rey Mohammed VI ha hecho buena prescencia durante su última visita a Mali. Parece que el nuevo equipo dirigente en Bamako, encabezado por el presidente Ibrahim Bubacar Keita, recién elegido, decidió cortar su cordón umbilical con el Polisario. No habiendo sido invitado a la investidura de IBK, el jefe del frente, Mohamed Abdelaziz y su bandera brillaba por una ausencia inusual.
Malí estaria en fase de anunciar oficialmente la retirada de su reconocimiento a la fantasmal República Saharaui (RASD). Este será uno de los signos precursores del nuevo avance de la diplomacia marroquí en el continente en detrimento de la vecina Argelia y su protegido el Polisario.
Por otra parte, los diplomáticos marroquíés y a su lado el jefe de gobierno, hacen una marcada prescencia en la sede de la ONU en Nueva York llave y es en víspera de una nueva gira en el Magreb Árabe del mediador de la ONU Christopher Ross. Este ultimo, se prepara para tomar su bastón de peregrino en octubre para un nuevo intento de reavivar las negociaciones sobre la cuestión del Sahara , que , después de nueve rondas de conversaciones informales siguen estancadas.
Los esfuerzos de mediación de Ross que tomo el relevo en enero de 2009, del holandés Peter Van Walsum, dan contra el atrincheramiento campamento de cada uno de las dos partes en el conflicto en su posición inicial.
Sin embargo, al final de su mandato, Van Walsum había advertido a sus superiores en las Naciones Unidas, incluido su sucesor, que el referéndum de autodeterminación al cuàl se adhiere el Polisario es una meta «inviable e inalcanzable» .
«Si el Polisario sigue exigiendo un referéndum de independencia», advirtió el diplomático holandés en el diario español » El País» , «Marruecos lo rechazara de nuevo y el Consejo de Seguridad va a insistir en la búsqueda de un acuerdo consensuado.Y nada va a cambiar».
Cinco años después, la visión de Van Walsum sigue en pie en posición vertical, como Ross aún está luchando para cumplir con los requisitos de las negociaciones directas que conduzcan a una solución definitiva.
Ban Ki-Moon, quién también contaba viajar en persona en la región, parece que finalmente ha cambiado de opinión. Teme que su viaje sea interpretado como un reconocimiento del fracaso de la misión de buenos oficios de su Enviado Personal, Christopher Ross. Mientras tanto, el status quo prevalece sobre el terreno.