La mano de la reconciliación tendida por Marruecos no sirve la estrategia argelina – Politólogo –
Argelia se obstina en rechazar la reconciliación con Marruecos, ya que parece claro que la mano tendida por el Reino no sirve la estrategia argelina para la que Marruecos debe conservar este papel de espantapájaros y eterno enemigo, afirma el politólogo Mustapha Tossa.
«Cuando el rey Mohammed VI tendió a Argelia la mano de la reconciliación en su discurso del trono (…) era lógico esperar que un hombre como Abdelmajid Tebboune supiera aprovechar esta oportunidad y responder a esta dinámica de reconciliación. En cambio, el presidente argelino, habitualmente tan locuaz y tan rápido para comentar todo lo relacionado con Marruecos, se encerró en un sordo silencio. Los que hablaron por él fueron los medios de comunicación del ejército, ya sean oficiales como la revista Al Djeich, que se ha convertido en el lugar donde se concibe la política exterior de Argelia, u oficiosos como el resto de una prensa calificada como amplificadora de la palabra militar argelina», escribió Mustapha Tossa en un análisis publicado el sábado en el sitio web Atlasinfo.
Según el editorialista, «un proceso de reconciliación con Marruecos al aire libre actuaría sobre el régimen argelino y los múltiples clanes que lo componen como una antorcha iluminando el nido de un murciélago. Los fallos aparecerán a plena luz del día y las desventajas estructurales mostrarán sus defectos».
El politólogo observa, en este contexto, que «la reacción del régimen argelino a la oferta marroquí no es una sorpresa en sí misma. Sólo los dulces soñadores esperaban en el futuro inmediato algo más que esta diarrea verbal antimarroquí. Porque en el ADN político del régimen militar argelino hay un odio atávico que busca cualquier oportunidad para manifestarse.
Sin embargo, considera que «a pesar de este pesado silencio presidencial argelino, a pesar de las reacciones sanguíneas de la prensa argelina, a pesar de esta actitud retorcido del ejército argelino, el rey Mohammed VI tiene razón al crear este ambiente y esta disposición para generar la dinámica de la reconciliación».
«Esto obedece a varias razones estratégicas, entre ellas la de enviar un mensaje tranquilizador y positivo a una opinión magrebí que teme la deflagración y la inestabilidad. Sobre todo porque esta estrategia real de la mano tendida sirve eficazmente para aislar a los pirómanos en el gobierno argelino que sueñan con abrir un frente militar con Marruecos para desviar la atención e intentar ofrecer, aunque sea a costa de la sangre, una apariencia de consenso en un momento en que las múltiples divisiones del país, cada una más persistentes que las anteriores, amenazan con hacerlo implosionar desde dentro», afirma.