Marruecos tiene una «vocación de solidaridad» natural con los países africanos (Entrevista)

Buenos Aires – Adalberto Agozino, presidente del Instituto Argentino de Estudios Estratégicos y especialista en estudios africanos, destacó la «vocación de solidaridad» natural de Marruecos con el resto de los países africanos, vocación que se explica, según él, por «los múltiples vínculos que el Reino tiene históricamente con África».
Esta vocación emana de la voluntad de un Rey, Su Majestad Mohammed VI, quien ha realizado más de 50 visitas por todo el continente, siempre acompañado de importantes delegaciones compuestas por responsables marroquíes, empresarios, banqueros… etc, señaló el experto en una entrevista con la MAP. El Soberano también desempeña un papel destacado en las cuestiones de migración y medio ambiente en África, subrayó Agozino, refiriéndose al regreso de Marruecos a su familia institucional africana aportando todo su peso geopolítico que le permite desempeñar un papel muy importante en todos los asuntos africanos. Además, señala el especialista argentino, la sociedad civil marroquí, los empresarios, los industriales, los banqueros… etc. han acompañado esta dinámica real que ha convertido a Marruecos en el segundo inversor africano del continente. Son este papel político, esta presencia económica y este compromiso de la sociedad civil los que dan forma y sentido a la vocación de solidaridad marroquí con el continente y posicionan al Reino como líder indiscutible en África, afirma Agozino, antes de recordar los contingentes marroquíes que participan en misiones de mantenimiento de la paz en África. Más allá de estos fuertes lazos políticos y económicos, el académico argentino subraya también los vínculos culturales que unen a Marruecos con los países africanos y que confieren al Reino un lugar de «liderazgo histórico» en toda la región. A esta vocación de solidaridad, los países africanos han respondido con gestos de solidaridad innegables a través de la apertura de consulados africanos en Laayún y Dajla, señaló Agozino, considerándolo como un apoyo muy gratificante y una muestra de reconocimiento concreto y real del peso de Marruecos en la política africana. Sin embargo, subrayó el observador argentino, el compromiso multidimensional marroquí en África no ha sido del agrado de algunos países, en este caso Argelia, que lo ve como una amenaza para sus veleidades hegemónicas en África. Refiriéndose a la situación de inestabilidad en el Sahel, Agozino subrayó que Marruecos se ve obligado a proyectarse hacia el sur por razones de seguridad nacional, porque la región del Sahel es una región inestable, donde proliferan muchas actividades ilegales, como el tráfico de drogas y de personas. Para él, es evidente que Marruecos no puede permanecer indiferente a lo que ocurre en la región del Sahel, porque de ello depende su propia seguridad. En este contexto, llamó a verificar la naturaleza de los vínculos que tienen países vecinos con los grupos terroristas de la región, señalando que muchos líderes terroristas en el Sahel son de origen argelino o mantienen estrechos vínculos con el Polisario. Siendo tolerante con estos grupos terroristas, no cabe duda de que Argelia acaba saboteando cualquier intento de cooperación en la lucha contra las actividades de estos grupos en la vasta región del Sahel. Es esta connivencia entre las redes del crimen organizado y del terrorismo internacional la que forma «esta zona gris donde se combinan la corrupción de ciertos responsables argelinos, la corrupción de los dirigentes del Polisario, los intereses de los grupos terroristas y el comercio ilegal». Por último, Agozino hace un paralelo entre las experiencias de integración de los países africanos y las del Mercado Común del Sur (Mercosur). Consideró que los procesos seguidos por Mercosur pueden ser una inspiración para los países africanos en áreas como la educación, el reconocimiento de títulos universitarios, la concesión de permisos de residencia y trabajo, y la creación de empresas.