Los campamentos del Polisario barridos por los vientos de la primavera árabe en Argelia
La situación arriesga incendiarse en cualquier momento en los campamentos de Tinduf que vibran estos últimos días, al ritmo de un levantamiento popular sin precedentes observado desde el 22 de febrero contra el régimen argelino, cuyo presidente Abdelaziz ya pagó el precio al anunciar la semana pasada, su renuncia antes del término de su mandato el 28 de abril de 2019.
Recientemente se han organizado manifestaciones, marchas y sentadas de dos a tres veces por semana, frente a la sede del Frente Polisario en Rabuni.
Este sábado, varios cientos de saharauis que circulan abordo de sus vehículos desfilaron hasta la sede del Polisario en Rabuni, donde observaron una sentada protesta contra el endurecimiento de las restricciones para viajar fuera de los campamentos.
Estas medidas dictadas por las autoridades argelinas, limitan una vez al mes, las autorizaciones para que los vehículos salgan de los campamentos de Tinduf que van a Mauritania o a zonas desmilitarizadas cerca del muro de defensa marroquí.
Ya se habían celebrado grandes manifestaciones el miércoles 3 de abril y el viernes 5 de abril, frente a la sede del llamado «Ministerio del Interior saharaui», en Rabuni, para protestar contra estas medidas restrictivas de libertad de circulación para residentes de campamentos.
Tras la drástica disminución en los últimos años, las raciones alimentarias y médicas y la falta de oportunidades de empleo, la mayoría de los habitantes de los campamentos de Tinduf no tienen otras fuentes de ingresos que el comercio y el contrabando de productos autorizados e de productos ilícitos como combustible, cigarrillos o incluso drogas para satisfacer sus necesidades diarias.
Al no tener otras alternativas, los saharauis de los campamentos están decididos a expresar su ira, a través de marchas, sentadas y manifestaciones pacíficas por el momento, contra el bloqueo que les impone la milicia armada del Polisario con el apoyo de los servicios de seguridad y el ejército argelinos.
Según los disidentes locales, el ambiente en los campamentos de Tinduf están actualmente muy caldeado y no se puede descartar una implosión, especialmente con los acontecimientos en curso en Argelia.