Sáhara-ONU-UA-EU : El Polisario en una muy mala posición
El cerco se está estrechando cada vez más alrededor de los dirigentes del Polisario que se encuentran en Europa, las Naciones Unidas o en África y sus demandas de independencia se han vuelto inaudibles y obsoletas en todas partes.
El Frente Saharaui patrocinado por el régimen argelino encuentra apoyo solo en unos pocos países, especialmente en los países del sur de África, dónde el régimen sudafricano de Pretoria arrastra a todos los otros pequeños estados de habla inglesa.
En los últimos tiempos, el Polisario ha contado más en su palmarés que las amargas derrotas que ha sufrido recientemente en Estrasburgo, dónde el Parlamento Europeo ha puesto finalmente fin a sus reclamos de control sobre la explotación de los recursos naturales de la región del Sáhara Occidental.
A modo de prueba, el Parlamento Europeo aprobó por mayoría abrumadora el acuerdo agrícola el 16 de enero y el acuerdo de pesca entre Marruecos y la UE el martes 12 de febrero.
Incluso dentro de la Unión Africana (UA), las tésis separatistas del Polisario de que el régimen argelino defiende a cuerpo y alma son ahora poco o nada convincentes, ya que los altos órganos de gobierno de la organización panafricana han prohibido el debate del tema del Sáhara cediéndo la exclusividad del tratamiento de este conflicto a las Naciones Unidas.
El Asesor Jurídico de la UA, el Nigeriano Bankole Adeoye, pronunció con ocasión de la 32ª Cumbre Africana de Addis Abeba, la opinión en la que argumenta que el Consejo de Paz y Seguridad (CPS) de la UA, presidido por El diplomático argelino ya no podrá «elevar, citar o referirse a la situación en el Sáhara Occidental de ninguna manera».
Incluso en la ONU, en su última resolución 2414 sobre el Sahara, el Consejo de Seguridad interrumpió las provocativas maniobras del Polisario en la zona de amortiguamiento al prohibir la presencia de sus milicias, sobre todo el puesto fronterizo de Guergarat.
Los dirigentes del Polisario no tienen más remedio que dejar en claro que los dirigentes de Argel los utilizan como títeres para servir a sus propias ambiciones hegemónicas y geoestratégicas para tener el liderazgo en la Región del Magreb Árabe en detrimento de las futuras poblaciones saharauis de los campamentos de Tinduf y de los intereses supremos del vecino marroquí.