El Rey Mohammed VI continua su gira africana por Costa de Marfil
El rey de Marruecos Mohammed VI llegó el viernes a Costa de Marfil después de una visita de amistad y de trabajo de 48 horas en Guinea Conakry con la firma de ocho acuerdos de cooperación bilateral en diversos ámbitos.
En su nueva gira en África, que comenzó el jueves, 16 de febrero en Accra, capital de Ghana, el monarca marroquí también visitó Zambia, dos países de habla Inglesa que visita por primera vez y con el que el Reino jerifiano concluyó treinta acuerdos de cooperación y asociación en muchas áreas claves.
A su llegada al aeropuerto internacional Félix Houphouët-Boigny, Mohammed VI que es acompañado por una importante delegación de su país, fue recibido por el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara y varios miembros del gobierno de Costa de Marfil.
El programa de la visita real figura una entrevista en solitario que tendrán el sábado los dos jefes de estado, que será seguida por la firma de nuevos acuerdos de colaboración por parte de las delegaciones de ambos países.
Costa de Marfil es uno de los países africanos que es cercano al Reino de Marruecos y que le aporta un apoyo incondicional siempre que sus intereses supremos están en juego, como fue el caso a finales de enero en la cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba, donde la readmisión de Marruecos fue aprobada por una abrumadora mayoría de 39 de los 54 países que representan la UA.
A través de sus frecuentes viajes en África, el Rey Mohammed VI busca no sólo de llenar el vacio consecutivo de la política de la silla vacía observado por Marruecos desde la polémica admisión en 1984 de la supuesta República Saharaui «RASD» dentro de la organización panafricana, sino también para ampliar su cooperación Sur-Sur con los países del continente. Esto, incluyendo los de la África de habla inglesa que permanecen hostiles a la integridad territorial, a instancias de los regímenes de argelinos y sudafricanos.
El enfoque de la soberanía marroquí demuestra ser portadora, ya que el número de países africanos que mantienen relaciones con el Polisario y la sea dicho «RASD» sigue disminuyendo en los últimos años, tanto es así que hoy en día el número de estos países se cuentan con los dedos de la mano.