Guterres recuerda la exclusividad de la ONU al tratar el tema del Sáhara
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido a «todos los estados miembros que apoyen los esfuerzos de la ONU» y de su enviado personal para el Sáhara, Horst Köhler, cuyos esfuerzos «son encomendados por el Consejo de Seguridad».
Durante su conferencia de prensa diaria celebrada el martes en Nueva York, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, a quién se le preguntó acerca de la organización por parte de Marruecos, de una conferencia ministerial africana sobre el apoyo de la Unión Africana para el proceso político liderado por la ONU sobre la disputa del Sáhara Occidental, enfatizó que la respuesta del Secretario General «se encuentra en el trabajo y los esfuerzos de su Enviado Especial, el Sr. Köhler, quién acaba de completar una última serie de discusiones con las partes» en el conflicto en Ginebra.
Como recordatorio, las 37 delegaciones africanas que hicieron el lunes pasado, el viaje a Marrakech, adoptaron una declaración final en la que estos países de las 5 subregiones del continente, reiteran su apoyo a los líderes de la ONU y su apoyo unánime al proceso de la ONU como el marco exclusivo para examinar la disputa regional sobre el Sáhara marroquí.
Según algunos periodistas occidentales, es más bien un mensaje cifrado que la ONU dirige indirectamente a Sudáfrica, que celebró el lunes en Pretoria, una reunión de apoyo y solidaridad de la Comunidad de Desarrollo de África austral (SADC) con el Frente Polisario, en presencia de una docena de países africanos y latinoamericanos.
El tema de la reunión de Pretoria, por supuesto, es una flagrante violación de la Decisión Asamblea / UA / Dec.693 (XXXI), adoptada en la 31ª cumbre de la UA celebrada el 1 y 2 de julio de 2018 en Nuakchott (Mauritania) y a través de la cuál la organización panafricana entrega por completo a la ONU el tratamiento de la cuestión del Sáhara marroquí.
Pero Sudáfrica, en complicidad con Argelia, que todavía está luchando en apoyar los reclamos quiméricos de independencia del Polisario, amotino en Pretoria, a un puñado (doce) pequeños estados del sur de África y América Latina en una vana tentativa de desafiar a la ONU y resucitar el debate dentro de la Unión Africana sobre el tema del Sáhara.