El régimen argelino juega con los intereses vitales de su pueblo para defender la desventura de los separatistas – politólogo –

Para defender la desventura separatista del polisario, el régimen argelino, que «inflama» todas sus relaciones con su entorno magrebí y europeo hasta el punto de poner en peligro su seguridad económica y política, juega con los intereses vitales de su pueblo, afirmó el sábado el politólogo Mustapha Tossa.

«No importa que la economía argelina se vea gravemente afectada por el aislamiento regional que se está tejiendo en torno a su territorio. No importa que el poder adquisitivo de los argelinos esté en su punto más bajo y que se enfrenten diariamente a una escasez de productos de consumo sin precedentes. El régimen argelino se aferra al polisario con una peligrosa ceguera», escribe Tossa en un análisis publicado en el sitio web «Atlasinfo».

¿Qué justifica que el régimen argelino enardezca todas sus relaciones con su entorno magrebí y europeo hasta el punto de poner en peligro la seguridad económica y política del país? se pregunta el politólogo, para quien la única explicación que hay detrás de esta actitud es el «apoyo ciego y sin razón de las autoridades político-militares argelinas a la aventura separatista del polisario».

«Sabíamos que esta cuestión era tan esencial que se convirtió en el único eje de la diplomacia argelina, pero no sabíamos hasta ahora que los amos de Argel estaban dispuestos a quemar todas las naves por el polisario», señala el Tossa en este análisis titulado «¡Por el polisario, Argel enciende sus relaciones!”

Según él, esta actitud «pirómana y suicida» es tanto más incomprensible cuanto que Argelia se niega a ser percibida como parte de este conflicto, hasta el punto de negarse a participar en las mesas redondas preconizadas por las Naciones Unidas.

Para el politólogo, un país que se niega a ser considerado parte de un conflicto territorial debe observar una neutralidad absoluta con respecto a sus implicaciones políticas y diplomáticas. Sin embargo, Argel considera que el apoyo de España, antigua potencia colonial, a la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, es una amenaza vital para su seguridad e intereses, explica el politólogo.

De ahí su reacción de revisar los lazos de amistad y vecindad con España y de congelar la cooperación económica y bancaria. Esta decisión fue tan inesperada, injustificada y desproporcionada que provocó una terrible onda expansiva en toda Europa, señala Tossa, agregando que la Comisión Europea ha expresado claramente su apoyo a España y su irritada incomprensión de la actitud argelina.

Tossa estimó que la actitud de Argelia incluso podría animar a los países europeos a clarificar sus posiciones sobre el Sáhara y salir de la zona gris cultivada durante mucho tiempo por las capitales europeas, señalando que mañana, para que la ecuación política regional sea clara e irreversible, la UE podría formular una posición que avalara el reconocimiento oficial de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara.