Plan marroquí de autonomía: el baile de apoyos continúa 

En el espacio de un día, varios ministros de Asuntos Exteriores han subrayado o reiterado su apoyo al plan marroquí de autonomía, como una solución creíble y seria al diferendo artificial sobre el Sáhara marroquí, dando al mismo tiempo toda su medida a una diplomacia activa y en pleno despliegue.

De La Haya a Bucarest y de Belgrado a Nicosia, pasando por El Cairo, Manama, Niamey o Conakry, el plan marroquí de autonomía ha sido el centro de un verdadero baile diplomático, que confirma una vez más el enfoque creíble y sincero de Marruecos en la búsqueda de una solución política a un diferendo que tiene casi medio siglo.

Esta unanimidad en torno al carácter creíble y serio del plan de autonomía fue subrayada sin ambages por varios jefes de la diplomacia de diferentes países, reunidos en Marrakech, con motivo de la Reunión Ministerial de la Coalición Mundial contra Daech.

Es el caso de los Países Bajos, que consideraron el plan de autonomía, presentado en 2007 por Marruecos, como «una contribución seria y creíble al proceso político dirigido por la ONU» para encontrar una solución a la cuestión del Sáhara.

Con esta nueva postura, expresada en el comunicado conjunto emitido tras las conversaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, y su homólogo holandés, Wopke Hoekstra, La Haya se ha sumado claramente a esta dinámica internacional de apoyo al plan marroquí de autonomía para cerrar definitivamente el diferendo artificial sobre  la marroquidad del Sáhara.

Lo mismo ocurre con el ministro chipriota de Asuntos Exteriores, Ioannis Kasoulides, que expresó el apoyo de su país al plan marroquí de autonomía en el Sáhara como solución de compromiso para el arreglo de este diferendo.

En una rueda de prensa conjunta con Bourita, el jefe de la diplomacia chipriota subrayó el apoyo de su país al principio de respeto a la integridad territorial de los Estados y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, rechazando firmemente todos los intentos de separatismo a los que se enfrenta Marruecos, pero también Chipre.

Por su parte, el ministro rumano de Asuntos Exteriores, Bogdan Aurescu, se congratuló de los serios esfuerzos de Rabat por encontrar una solución al diferendo del Sáhara marroquí, incluido el plan de autonomía presentado al Consejo de Seguridad de la ONU en 2007.

En el comunicado conjunto, que sancionó sus conversaciones con Bourita, el ministro rumano reafirmó el apoyo de su país a los esfuerzos realizados bajo los auspicios exclusivos de las Naciones Unidas, para alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable de la cuestión del Sáhara, basada en el compromiso, de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Ambas partes subrayaron el papel positivo y constructivo de Marruecos y Rumanía en el mantenimiento de la estabilidad, la seguridad y la paz en sus respectivas regiones, siendo conscientes del papel y la responsabilidad que las posiciones geográficas de ambos países dictan en la promoción de la paz y la armonía en África, el Mediterráneo y Europa Central y de los Balcanes.

Precisamente en esta línea encaja la postura del ministro de Asuntos Exteriores serbio, Nikola Selaković, quien subrayó que su país considera el plan de autonomía, bajo soberanía marroquí, como una solución seria y creíble a la cuestión del Sáhara.

Selaković destacó, durante una reunión con su homólogo marroquí, los esfuerzos diplomáticos y políticos desplegados por el Reino para llegar a una solución realista, pragmática y sostenible de la cuestión del Sáhara en un espíritu de realismo y compromiso y de acuerdo con las resoluciones de la ONU.

Esta avalancha de posiciones, que refuerza la primacía del plan marroquí de autonomía, se suma al apoyo expresado la víspera por varias capitales árabes y africanas, cuyos ministros de Asuntos Exteriores participan en la Reunión Ministerial de la Coalición Global contra Daech.

Así, el ministro bahreiní de Asuntos Exteriores, Abdullatif Bin Rashid Al Zayani, reiteró la posición constante de su país de apoyo a la marroquidad del Sáhara, coronada por la apertura de un consulado general del Reino de Bahréin en Laayún.

El mismo día, el ministro de Asuntos Exteriores de Níger, Hassoumi Massaoudou, reiteró el apoyo de su país al proceso político llevado a cabo bajo los auspicios exclusivos de las Naciones Unidas para la resolución del contencioso regional del Sáhara marroquí.

«Níger apoya la posición de la Unión Africana, que consagra la exclusividad de la ONU como marco para la búsqueda de una solución al conflicto regional creado en torno a la cuestión del Sáhara», declaró Massaoudou tras sus conversaciones con su homólogo marroquí Nasser Bourita.

El jefe de la diplomacia nigerina también se congratuló de los esfuerzos realizados por el Reino para resolver el conflicto en el marco del proceso político de la ONU.

En la misma línea, el ministro guineano de Asuntos Exteriores, Cooperación, Integración Africana y Guineanos en el Extranjero, Morissanda Kouyate, reafirmó la posición constante de su país en apoyo de la iniciativa de autonomía propuesta por Marruecos.

En una declaración a la prensa tras sus conversaciones con su homólogo marroquí, Kouyate recordó que Guinea sigue considerando el plan de autonomía propuesto por Marruecos como la base más seria y creíble para la resolución del conflicto en torno al Sáhara marroquí, saludando los esfuerzos «creíbles» de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas.

«Apoyamos claramente el plan de autonomía marroquí», dijo Kouyate, señalando que su país está del lado de Marruecos y de las Naciones Unidas.

«Quiero dejar claro de una vez por todas que Guinea apoya a Marruecos y su plan de autonomía», así como todos «sus serios esfuerzos», subrayó.

Además de estas posiciones claras, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Choukri, reafirmó el pasado lunes en Rabat el apoyo de su país a la integridad territorial del Reino y su compromiso con la solución de la ONU a la cuestión del Sáhara marroquí.

En la declaración conjunta, emitida tras sus conversaciones con su homólogo marroquí Nasser Bourita, el jefe de la diplomacia egipcia subrayó el apoyo de El Cairo al contenido de las resoluciones del Consejo de Seguridad, incluida la resolución 2602 de 2021, que acogió con satisfacción los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos para avanzar hacia una solución política de la cuestión del Sáhara.

La expresión de estas posiciones se produce tras la dinámica internacional de apoyo al plan marroquí de autonomía, coronada por el apoyo expresado por Estados Unidos, Alemania, España y Filipinas a favor de este plan serio y creíble presentado por Marruecos en 2007 como única base para poner fin definitivamente a este diferendo.