Escandalosa censura argelina al apoyo internacional a Palestina en el Consejo de Seguridad de la ONU

¡Grave error político, vergonzosa decisión, condenable actitud! Los diplomáticos de Nueva York no tienen palabras para describir el indigno comportamiento de la delegación argelina en el debate trimestral del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Palestina.

De hecho, por primera vez en los anales del Consejo de Seguridad, los Grupos Árabe, Islámico y de No Alineados no hicieron ninguna declaración de apoyo y solidaridad con el pueblo palestino. Y la causa: Argelia se lo impidió por la sencilla razón de que sus discursos en nombre de sus respectivos Grupos contenían referencias al importante papel del Comité Al-Quds y de su Presidente, Su Majestad el Rey Mohammed VI, en la defensa de la Ciudad Santa y de la causa palestina.

Lo que Argelia ha hecho hoy no es ni más ni menos que una traición imperdonable a la sagrada causa del mundo árabe-musulmán. El indigno silencio impuesto a los Grupos Regionales quedará grabado para siempre en la memoria de los árabes y musulmanes como el negro día en que Argelia vendió a Palestina y a su pueblo por su odio enfermizo contra Marruecos. Es una Nakba diplomática del pueblo palestino perpetrada y debidamente asumida por el régimen argelino.

Varios diplomáticos de la ONU se preguntan cómo el régimen argelino puede justificar que se silencien las voces de apoyo a Palestina, de más de 3.000 millones de personas representadas por los Grupos de No Alineados y la OCI árabe, por la única razón de que sus declaraciones contenían párrafos de agradecimiento al Comité Al-Quds y a su Presidente.

Sin embargo, estos párrafos no son nuevos. Los Jefes de Estado y de Gobierno de estos tres grupos los han respaldado y adoptado durante varias décadas. ¿Qué ha cambiado para que Argelia los rechace ahora?

Lo que sí ha cambiado es el odio anti-marroquí del régimen argelino, que ha alcanzado proporciones inaceptables, aunque suponga sacrificar la causa palestina. Lo que ha cambiado es la utilización por parte del régimen argelino de sus ridículas teorías conspirativas contra Marruecos y el mundo entero para censurar el apoyo internacional a las legítimas reivindicaciones de su pueblo en favor de la democracia, los derechos humanos y una vida digna, en consonancia con los enormes recursos del país, que son despilfarrados y utilizados por razones distintas al bien del pueblo argelino.

Los diplomáticos árabes, sorprendidos y aturdidos por la incalificable actitud del embajador argelino, se preguntan cómo es posible que el país que debe presidir la cumbre árabe dentro de unos meses actúe con semejante desprecio y humillación hacia la causa palestina que se supone debe promover y defender.

 

Los diplomáticos árabes y musulmanes, incluso entre los amigos de Argelia en América Latina y Asia, se muestran incrédulos. Sin embargo, saben que el régimen argelino está dispuesto a todo para contrarrestar a Marruecos. Hoy Palestina ha pagado el precio. Mañana será otra causa.

El régimen argelino no tiene ni moral política ni ética diplomática ni espíritu de solidaridad fraternal. ¿No ha hipotecado la integración magrebí y el desarrollo de todo el continente africano al atacar la integridad territorial de Marruecos? ¿No lleva casi medio siglo librando una guerra contra su vecino y hermano Marruecos a través de su grupo separatista armado el «polisario»?

Los Estados miembros están acostumbrados a los desesperados golpes bajos de Argelia contra su vecino Marruecos. Sin embargo, nunca imaginaron, ni en sus peores pesadillas, que Argelia llegaría a apuñalar la causa palestina privándola de su tradicional apoyo y profundidad diplomático-estratégica.

Por su parte, el Comité Al-Quds, bajo la dirección firme y activa de su Presidente, Su Majestad el Rey Mohammed VI, proseguirá con serenidad y desinterés su acción concreta, tangible y muy apreciada en favor de la preservación de la Ciudad Santa y la protección y promoción de los derechos de los makdessis, aunque no le guste al régimen militar argelino.