Marruecos está decidido a dar un nuevo impulso a la Asamblea Parlamentaria de la UPM – Talbi Alami –
Marruecos está decidido a dar un nuevo impulso a la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo (AP-UpM) a través de un plan de acción que incluye prioridades a tres niveles, afirmó, el miércoles en Estrasburgo, el presidente de la Cámara de Representantes, Rachid Talbi El Alami, que asumió la presidencia de esta asamblea.
Las tres grandes líneas estratégicas de la presidencia marroquí pueden responder de forma transversal a las principales preocupaciones a las que se enfrenta la región mediterránea en la actualidad, subrayó Talbi El Alami en un discurso con motivo del traspaso a Marruecos de la presidencia de la AP-UpM.
Las tres líneas estratégicas se refieren al desarrollo sostenible en lo que respecta al agua, el medio ambiente, la economía azul y la energía, y van acompañadas de acciones mediterráneas concretas, precisó Talbi El Alami, que durante la presidencia marroquí pretende proponer a las comisiones de la AP-UpM que aborden activamente la seguridad energética, la lucha contra el cambio climático, la seguridad alimentaria y la seguridad del agua, en plena colaboración con la Secretaría de la UPM en Barcelona.
Las otras dos líneas estratégicas se refieren a la empleabilidad de los jóvenes y al crecimiento inclusivo, así como al empoderamiento socioeconómico de las mujeres, prosiguió el presidente de la Cámara de Representantes, que volvió a referirse en esta ocasión a los principales retos y amenazas a los que se enfrenta la región euro-mediterránea, como la situación de la seguridad en la región del Sahel, el proceso de paz en Libia, la situación en Siria y Palestina, los flujos migratorios, la paz y la seguridad en la región, el medio ambiente y el cambio climático.
En este sentido, Talbi El Alami abogó por «la cristalización de una voluntad colectiva para hacer frente a los retos comunes y avanzar hacia nuestro destino común», insistiendo en la necesidad de «trabajar sobre el terreno en lugar de dejar que el terreno nos imponga su realidad y sus condiciones», mediante la elaboración de estrategias de anticipación a nivel económico, cultural y de seguridad.