Sáhara marroquí: Argelia busca desviar la atención de su propio marasmo – Politólogo –
Al centrar su atención en el conflicto artificial en torno al Sáhara, en el que ya ha perdido claramente puntos, Argelia pretende desviar la atención de su propio marasmo, afirma el politólogo Sebastien Boussois.
«Argel, que tiene muchos dosieres que tratar dada la situación económica y social interna, pretende desviar la atención de su propio marasmo, centrando su atención y la de los observadores internacionales en el conflicto del Sáhara, en el que ya ha perdido claramente puntos desde que Washington reconoció la soberanía de este último a Rabat», subrayó Sébastien Boussois, doctor en ciencias políticas e investigador sobre Oriente Medio asociado a la Universidad Libre de Bruselas y a la UQAM (Montreal).
En un artículo publicado en el sitio web de información Lemonde-arabe.fr, el experto en geopolítica repasa los orígenes y las apuestas del conflicto artificial del Sáhara, que «duró demasiado, mientras que las soluciones existen, llave en mano», en particular la de la autonomía propuesta por Marruecos.
El autor del análisis recuerda que este plan cuenta con el apoyo de Estados Unidos, señalando que «Joe Biden, desde su llegada a la Casa Blanca, no sólo no ha cuestionado el reconocimiento del Sáhara marroquí por parte de su predecesor, sino que incluso ha calificado este plan como la única iniciativa seria, creíble y realista».
Según él, «el actual conflicto sobre el Sáhara Occidental aparece cada vez más a los ojos de la historia como una impostura. No es la de un no país con fronteras rectilíneas trazadas por soldados franceses y españoles y cuyas poblaciones ocupaban espacios que en gran medida desconocían estos límites. Es el resultado, diferido en el tiempo, de una política colonial francesa que sustrajo territorios de soberanía marroquí para realizar la gran ambición de un vasto conjunto que uniera la Argelia francesa con el Atlántico y con los territorios del África Occidental francesa».
Y, «puesto que el pasado ha producido tantas cadenas de las que Argel se esfuerza por deshacerse, ya es hora de volver a la mesa de negociaciones y ratificar una situación sobre el terreno que es más que clara y evidente cada día», recomienda.
Es de recordar que el conflicto del Sáhara llamado «occidental» es un conflicto artificial impuesto a Marruecos por Argelia. El Polisario, grupo armado separatista apoyado por el poder argelino, reivindica la creación de un Estado quimérico en el Magreb.
Esta situación bloquea todos los esfuerzos de la comunidad internacional para encontrar una solución a este conflicto artificial, basada en una autonomía avanzada dentro de un marco de soberanía marroquí y una integración económica y de seguridad regional.