23º aniversario del fallecimiento del difunto SM Hassan II: Una oportunidad para conmemorar el genio y la obra de un líder sin igual
El 23º aniversario del fallecimiento del difunto SM Hassan II, que el pueblo marroquí conmemora, el lunes 09 Rabii II 1443 de la hégira, correspondiente al 15 de noviembre de 2021, es una ocasión para rendir un vibrante homenaje a un genio sin igual y a un dirigente excepcional, que supo, con determinación y clarividencia, dirigir Marruecos en la vía del desarrollo y de la modernidad.
Esta conmemoración, que se produce a pocos días de la celebración de la Fiesta de la Independencia del Reino y del 46º aniversario de la Marcha Verde, ilustra la voluntad de un pueblo de apropiarse de su historia y de saludar el espíritu de un Rey visionario que supo guiar a Marruecos hacia la modernidad preservando con fiereza su identidad, su alma y su civilización.
Desde su entronización en 1961, el difunto SM Hassan II ha respetado escrupulosamente las bases sentadas por su venerado padre y ha consolidado sus cimientos, para lanzarse en obras de construcción y unificación que han conferido a Marruecos una posición destacada gracias al renacimiento general que inició, situando al Reino en la senda de una lucha continua para encontrar soluciones a los diversos problemas y desafíos y, en primer lugar, la cuestión de la integridad territorial que ha tratado con sabiduría y ponderación.
Fue bajo el reinado del difunto SM Hassan II, que Marruecos pudo completar su independencia nacional y su integridad territorial con la recuperación de las provincias de Sidi Ifni (el 30 de junio de 1969) y Ued Edahab (el 14 de agosto de 1979). La clave de bóveda de esta gloriosa labor de consolidación de la unidad nacional fue, sin duda, la organización de la Marcha Verde, el 6 de noviembre de 1975, una obra pacífica y una epopeya memorable que era un modelo único de movilización colectiva, disciplina y compromiso con el estado de derecho.
Visionario y estratega fino, el difunto Rey tomó consciencia, desde los primeros años de su reinado, de la importancia de construir una economía nacional independiente, sólida y resistente, iniciando en 1966 la «política de las presas», que el difunto Soberano convirtió en la obra de su reinado. Esta política demostró ser muy útil particularmente durante los ciclos recurrentes de sequía y escasez de agua experimentados por Marruecos y varios países de la región, años después. Este programa pionero, junto con una política agrícola ambiciosa basada en el riego, ha establecido definitivamente la vocación agrícola de Marruecos y ha hecho de este sector una palanca para el desarrollo global.
Además del crecimiento económico, el difunto Soberano estaba ansioso por garantizar el bienestar social de los marroquíes y preservar los valores de cohesión, solidaridad y ayuda mutua característicos de la sociedad marroquí. Con este fin, ha lanzado proyectos estratégicos centrados, entre otras cosas, en la promoción de los derechos de las mujeres, la consolidación de la institución familiar, el desarrollo de viviendas sociales y el respeto de los derechos humanos y del pluralismo.
En el plano externo, el carisma, la perspicacia, la apertura mental y la cultura general del difunto SM Hassan II le valieron el respeto y la admiración de los líderes y jefes de Estado. Bajo su sabio liderazgo, Marruecos ha forjado un lugar especial en el concierto de las naciones, ha podido hacer oír su voz en los diversos foros internacionales y ha desempeñado un papel pionero en muchos asuntos regionales e internacionales de gran importancia, como el conflicto árabe-israelí, el problema de Al Qods, las misiones de paz de la ONU en África y la creación de la Unión Africana y la Unión del Magreb Árabe (UMA), entre otras.
En términos de política exterior, el difunto Rey adoptó una visión tan clara como equilibrada, que abogaba por una apertura al mundo occidental y una modernidad que preserva la identidad y las raíces de Marruecos como país islámico, árabe, africano y Mediterráneo.
En su calidad de Comendador de los Creyentes, nunca dejó de abogar y trabajar por la unidad de las filas de la Umma islámica ante los peligros que acechan la tierra del islam.
Al conmemorar el 23º aniversario del fallecimiento del difunto SM Hassan II, el pueblo marroquí rinde homenaje a la memoria de un rey de la construcción que permitió a Marruecos entrar en la era de la modernidad. También es una oportunidad para que los ciudadanos marroquíes reiteren su fidelidad y su apego al glorioso Trono Alauita, y renueven su determinación de continuar el trabajo del difunto Soberano y unirse a los grandes proyectos iniciados por su digno sucesor, Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, que trabaja constantemente para consolidar la marroquinidad del Sáhara en la escena internacional y establecer el Sáhara como fuerza motriz del desarrollo regional y continental.