La ruptura entre Argelia y Marruecos, un «salto en lo desconocido» – Mohammed Loulichki –
La ruptura de las relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos constituye un «salto en lo desconocido», afirmó Mohammed Loulichki, Senior Fellow en el Policy Center for the New South (PCNS), añadiendo que el anuncio, el pasado 24 de agosto, por Argel, de esta decisión de carácter unilateral «no es fortuita».
«El anuncio de la decisión de ruptura el 24 de agosto no es casual. Coincide con la fecha del atentado terrorista del 24 de agosto de 1994 contra el Hotel Asni de Marrakech, atribuido por las autoridades marroquíes a dos ciudadanos franco-argelinos y que provocó la decisión del gobierno argelino de cerrar las fronteras con Marruecos, que siguen cerradas hasta el día de hoy», subraya el ex diplomático en un artículo publicado en la web del PCNS.
«Todos los que han seguido las vicisitudes de los dos últimos años han anticipado este desarrollo en las tensas relaciones entre los dos países, tanto las señales de advertencia eran evidentes y reflejaban una tendencia a la escalada que preparaba el terreno para pasar de una ruptura de facto a una ruptura de derecho», apoyó el ex representante permanente del Reino ante las Naciones Unidas, señalando que «Si Marruecos nunca ha previsto tal decisión, incluso en los momentos más difíciles de las relaciones entre los dos vecinos, Argelia daba la impresión de encaminarse hacia esta opción, sobre todo desde la circulación entre las delegaciones de los no-Alineados con la Nota marroquí que reclama el derecho a la libre determinación en favor de la Cabilia».
Loulichki, que tiene una amplia experiencia de 40 años en diplomacia y asuntos jurídicos, también destacó que, en respuesta al anuncio de la ruptura, las autoridades marroquíes se limitaron a tomar nota de la decisión, lamentándola y rechazando las justificaciones, afirmando que Marruecos «seguirá siendo un socio creíble y leal para el pueblo argelino y seguirá actuando, con sabiduría y responsabilidad, para el desarrollo de relaciones intermagrebíes sanas y fructuosas».
Esta reacción está en armonía con el mensaje dirigido a Argelia, tres semanas antes, en el discurso del Trono, en el que SM el Rey había renovado su llamamiento a las altas autoridades de ese país, para «trabajar juntos y sin condiciones para establecer relaciones bilaterales basadas en la confianza, el diálogo y la buena vecindad», asegurando a sus altos responsables que su país nunca tendrá que temer la mala voluntad de Marruecos, que no es en absoluto un peligro o una amenaza, comparando los dos países vecinos con «dos países gemelos que se complementan» y considerando que «la seguridad y la estabilidad de Argelia y la tranquilidad de su pueblo están orgánicamente vinculadas a la seguridad y la estabilidad de Marruecos», recordó.
Asimismo, Loulichki subrayó que la decisión argelina ha suscitado expresiones de pesar y llamamientos a la moderación y al diálogo por parte de los Estados amigos y socios de ambos países, mientras que las Organizaciones internacionales, la Unión Africana, la Unión Europea y la Liga Árabe se han ofrecido para ayudar a los dos protagonistas a reanudar el contacto y a allanar sus dificultades bilaterales en interés de la paz y la estabilidad en el Magreb y en África.
El mismo resaltó que la historia de las relaciones entre los dos países ha demostrado la necesidad de «dar tiempo al tiempo» y de inscribirse en una perspectiva a largo plazo para poder esperar restablecer relaciones normales entre Argelia y Marruecos.