Ross: el informe de todas las sorpresas

El último informe del mediador de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, ha traido más de una sorpresa que levanta el velo sobre un conflicto latente, pero artificialmente mantenido en una region muy sensible y altamente amenazada por la desestabilización.
Christopher Ross no ha hecho sino confirmar que la cuestión de los derechos humanos no era de su competencia, pero claramente ha hecho hincapié en la aproximación esencial de las opiniones de Marruecos y Argelia para lograr una solución duradera al conflicto regional. Tanto decir que el Enviado Especial del Secretario General de la ONU es consciente de que Argelia es parte efectiva del conflicto, a pesar de los repetidos desmentidos de los líderes argelinos. Es en éste sentido en que conviene de comprender las declaraciones de Ross diciendo que velara, en la siguiente fase de su misión de fomentar la mejora de relaciones entre Argelia y Marruecos. Se convierte cada vez en más claro para el enviado de la ONU de la comunidad internacional que la clave del conflicto del Sáhara Occidental debe buscarse por el lado de Marruecos y Argelia. En cuànto al  Polisario que lucha desde Argelia por la independencia del Sáhara Occidental, ofrece en lo màximo una cobertura manejable para los líderes argelinos para avanzar a rostro velado en un conflicto en donde manejan todas las palancas. La prueba está en el apoyo militar, el apoyo financiero, político e incluso diplomático, aportado por  Argel al Polisario, cuyos dirigentes se están moviendo en el extranjero con pasaporte argelino.

Por otra parte, el informe de Christopher Ross, sin eludir la cuestión de los derechos humanos, plantea un modo diferente. El respeto por los derechos humanos es un tema que debe ser abordado en su totalidad. Es decir, sobre el territorio del Sáhara Occidental, así como en los campamentos de Tinduf, bastión del Polisario en el territorio argelino. Pero esta perspectiva es un asunto de gran aprieto no sólo para el Frente Polisario, sino más aun para Argelia. Ya que hasta hoy, Argel  rechaza obstinadamente permitir al ACNUR llevar a cabo un censo de los saharauis que viven en Tiduf bajo el control del Polisario.