La relación entre Marruecos y España debería revisarse radicalmente – politólogo –
La relación entre Marruecos y España debería revisarse radicalmente, tras el intento de Madrid de europeizar su crisis con Marruecos, subraya el politólogo Mustapha Tossa.
«Marruecos tenía razón al movilizar a todos sus amigos estatales e institucionales para denunciar la resolución del Parlamento Europeo, fruto de un trabajo de socavación y ajuste de cuentas emprendido por las autoridades españolas», escribe Tossa en este análisis titulado «¡Las posibles respuestas marroquíes a la crisis con España!», publicado en sitio electrónico Atlasinfo.
El Reino también tiene razón al denunciar esta «grave desviación» de una crisis bilateral hacia una tensión intercontinental, destaca el autor, señalando que en este pulso desigual, Marruecos no se encuentra en una relación «antagonista» con su vecino español para resolver una disputa política pero en una relación tensa con el conjunto del espacio europeo.
En su opinión, esta situación es el resultado de un intento de europeización española de la crisis entre Rabat y Madrid, indicando que España ha adoptado la actitud de quien ha cometido un error fatal y que, antes de que degenerara y le obligara a asumirlo y a reconocerlo, salió precipitadamente a quejarse para hacerse las víctimas y los agredidos.
«Ahora que la crisis está aquí, que han caído las máscaras, que España ha mostrado la amplitud de su animosidad hacia los intereses marroquíes», Marruecos se encuentra ante una secuencia política bastante inédita, observa Tossa, explicando que habrá que preparar las respuestas compatibles con la nueva situación regional.
En este contexto, Marruecos debería distinguir entre dos niveles de respuesta. El primero es europeo, que pasa por «invertir aún más en la preciosa relación Marruecos/Europa para darle nuevas dimensiones en el plano económico, de seguridad y estratégico», siendo Marruecos el «ineludible» portal africano y mediterráneo de Europa.
El segundo nivel de respuesta, prosigue el politólogo, es bilateral y español, ya que en esta fase Marruecos «tiene derecho a congelar o reducir al mínimo absoluto todos los grandes proyectos comunes, todo tipo de cooperación que beneficia exclusivamente a los españoles hasta que se reconsidere y reescriba una nueva asociación estratégica entre Rabat y Madrid».
En su opinión, el abracadabrante episodio Brahim Ghali «no debería quedar sin consecuencias». «Es cierto que su audiencia ante la justicia española, las condiciones rocambolescas de su regreso a su país de origen Argelia, el ridículo cine al que el régimen argelino se había visto obligado a entregarse para acogerlo revelaba la determinación marroquí sobre esta cuestión», agregó.