La erosión del eje geostratégico Argel-Trípoli resolverá el conflicto del Sahara?

El estallido del eje de la alianza geoestratégica Trípoli-Argel, con la caída del régimen libio del coronel Muammar Gaddafi, presagiaria un cambio en las relacones intermagrébiés. Muchos políticos y observadores creen que el derrocamiento del coronel Gaddafi, aliado histórico del régimen argelino, tendrá seguramente un impacto positivo en la consolidación inevitable de las relaciones entre los cinco países del Magreb, una vez que se estabilice la situación y Argelia desembarazada de su aislamiento actual. La cuestión del Sáhara Occidental que desde hace mucho tiempo enveneno ésas relaciones y paralizado, hastala fecha, el ambicioso proyecto de la Unión del Magreb Árabe, podría encontrar una solución pacífica a través de una normalización de las relaciones bilaterales entre Argel y Rabat, creen los mismos observadores. Una opinión que es compartida por Ali Belhaj, antiguo número dos del Frente Islámico de salvacion de Argelia, (FIS / disuelto).

Para éste último, el encaminamiento de los pueblos procedentes del Magreb hacia la unidad se halla fortalecido después de la caída del régimen de Muammar Gaddafi, evento anunciador de una nueva situación en la que «ninguna cabida habrá a las veleidades separatistas «.
«Estamos a favor de la unificación del Magreb Árabe y a una solución justa de la cuestión del Sahara», dijo Belhaj al diario marroquí «Al Massae», afirmando que su movimiento, que mantiene aun su peso en el escenario político argelino, está «en contra de la creación de micro-estados».
Esto corrobora màs esta visión cubierta de optimismo, dice un ex diplomático que estuvo destinado en Argel antes de su retiro fue que los dirigentes argelinos se vieron obligados, bajo la presión de la opinión pública y sus medios de comunicación, a adaptarse a la nueva situación geopolítica que ha surgido en la región. Deberiàn limpiar sus relaciones con sus vecinos y especialmente con Marruecos, activando la reapertura de las fronteras cerradas desde 1994 y participar seriamente en la solución del Sahara, que es la manzana de la discordia entre los dos países.
El número dos del FIS disuelto recuerda a éste respecto, que los padres fundadores del movimiento nacional en el norte de África, eran » unionistas de primer orden » y Argelia declaró su compromiso el dia después de la independencia en noviembre de 1954, para un Magreb árabe unificado. Ali Blehaj concluye que «si se constata hoy que una región de Marruecos, Argelia o Túnez sufre cualquier tipo de perjuicio, entonces tenemos que hacerles frente mediante la inscripción en una lógica de justicia y de desarrollo , sin ir hasta la separación. «