El censo de población de los campamentos de Tinduf, una obligacion para Argelia, pais huésped

Ante el rechazo de las autoridades argelinas al censo de la población saharaui secuestrada en su territorio, en los campamentos de Tinduf, el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) se conforma con jugar como otros organismos de las Naciones Unidas, un papel conciliador. Como prueba, incluso en el caso puramente humanitario del ex responsable de la policía del Polisario, Mustafa Salma Ueld Sidi Mulud, exiliado por la fuerza durante más de seis meses en Nuakchott, donde espera reunirse con su familia en Tinduf, el ACNUR  nada ha podido hacer. A raíz de una serie de conversaciones informales sobre el Sahara que se suceden sin producir resultados concretos, el Consejo de Seguridad de la ONU ha introducido varios elementos nuevos en su última resolución 1979 sobre el Sahara. En una conferencia de prensa después de la séptima ronda de las conversaciones en Manhasset, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores y Cooperación, Taib Fassi Fihri señaló un recurso de apelación «, dirigido por el Consejo de Seguridad a Argelia para que el censo, por el ACNUR, de las poblaciónes de los campamentos de Tinduf, en conformidad con las obligaciones internacionales de este país, como signatario de la Convención de 1951 sobre los Refugiados «. Este enfoque es una de las principales reivindicaciones de Marruecos, a través del cual se requiere que la luz se derrame sobre el número exacto de la población del campamento. Este enfoque también permitirá la identificación de las intenciones individuales en el contexto de los registros y las entrevistas individuales y la aplicación del principio de retorno voluntario al país de origen, Marruecos.

En su resolución, el Consejo de Seguridad reprocha a Argelia, como país anfitrión de los campamentos de refugiados de los saharauis, impide al ACNUR y otros organismos de las Naciones Unidas de acceder a los campamentos para realizar sus funciones sin obstáculos, incluyendo la operación del censo. La discrepancia entre la población actual y las estimaciones de población o cuantificados por el Polisario y Argelia, muchos problemas. Esto hace que sea prácticamente imposible, el ajuste de la ayuda humanitaria a laspoblaciones en los campamentos y en especial a los niños pequeños que necesitan un régimen alimenticio adecuado. En ausencia de una presencia permanente del ACNUR en los campamentos, el cambio mismo es una fuente de confusión y falta de transparencia, lo que facilita el desvío de la ayuda humanitaria, cuyos fondos pueden ser utilizados en el tráfico de todo tipo.
Las primeras y principales víctimas de estos vacíos legales y de tales prácticas ilegales son los civiles saharauis y en especial el eslabón débil de la cadena como los niños a saber, las mujeres y ancianos. A la espera que semejante escándalo cese y que Argelia se conforme para con sus obligaciones internacionales, el ACNUR continuará basàndose sobre las cifras inteligentemente  manipuladas que les proporciona los líderes del Polisario y las autoridades argelinas, los primeros en obtener el máximo rendimiento de las ayudas y el segundo para complicar aún más cualquier solución del conflicto del Sáhara Occidental.