Extender la alfombra roja, incluso sanitaria, al jefe del polisario, es una ofensa hacia Marruecos – Jean-Paul Carteron –
La decisión de España de «extender la alfombra roja, incluso sanitaria, al jefe de los separatistas, es una ofensa pura y simple hacia Marruecos», subrayó el presidente-fundador del Foro de Crans Montana, Jean-Paul Carteron, destacando que el país ibérico, con esta decisión se ha puesto «en una posición difícil de entender».
«Hoy en día, España, que sin embargo tiene muchos otros temas urgentes de preocupación, ha optado por acoger al jefe del polisario, un patentado antro antimarroquí de Argelia, para recibir atención médica. Se trata, de notoriedad mundial, del enemigo implacable del Reino. Éste es perseguido, incluso en España, por crímenes muy graves que parecen haber quedado en suspenso», descifra Carteron en un análisis dedicado a la crisis diplomática iniciada entre Marruecos y España tras la acogida a escondidas y bajo una identidad falsa del denominado Brahim Ghali, pero también a la actitud hostil de la diplomacia alemana hacia la integridad territorial del Reino.
«Extenderle una alfombra roja, incluso sanitaria, es una ofensa pura y simple hecha a Marruecos mientras que en Argel hay hospitales sin duda muy eficaces. ¡Además, se habría aceptado que utilizara un nombre y un pasaporte falsos, lo que legitimaría ya una detención, una persecución penal y una grave pena de prisión para usted o para mí!», agregó.
Se trata, dijo Carteron, «de un buen ejemplo de «una muy mala diplomacia», si se puede todavía hablar de diplomacia -y de disfunción completa de la maquinaria gubernamental. En el mejor de los casos, porque si además fuera deliberado, se trataría de una ruptura violenta y definitiva de las relaciones de confianza sin las cuales, en particular, la cooperación en materia de seguridad no podría existir ya entre los dos países».
En este sentido, el mismo señaló que España «tiene, por una parte, una necesidad vital de su cooperación con Marruecos en todo lo que afecta, especialmente, a su seguridad, y, por otra, lo ofende abiertamente». Entonces, ¿dónde está la lógica? Se preguntó Carteron, afirmando esperar «que no se trate más que de incompetencia…».
«El ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, ha reaccionado con fuerza ante esta situación tan grotesca pero gravísima. Tiene razón. Hoy debemos exigir con vigor el respeto, el realismo, la honestidad y la transparencia en las relaciones internacionales. O pertenecemos a un círculo de amistad y confianza o no», prosiguió.
Por todas estas razones, el Foro de Crans Montana creó la World Diplomatic Academy, apoyada por un número ya impresionante de personalidades internacionales. En su objetivo y entre otros, está el de reinventar la diplomacia infundiéndole el concepto de elegancia, explicó.
Para el presidente-fundador del Foro de Crans Montana, «la diplomacia es ante todo, con cortesía y respeto, ocuparse de sus propios asuntos, abstenerse de entrometerse con los de los demás y, sobre todo, de dar lecciones! Respetar al otro en sus especificidades y sensibilidades es la base de una coexistencia pacífica y constructiva».