El malestar se amplifica en Tinduf

La tensión sigue creciendo en los campamentos de Tinduf, tràs el secuestro el pasado septiembre 21, Mustafa Salma Ueld Sidi Mulud. El malestar se hizo evidente en los campamentos, donde la situación tanto política como social, se ha deteriorado.
El secuestro de Mustafa Salma, jefe de la policía del Frente Polisario y miembro de la poderosa tribu de Reguibat, llegó a brillar en el centro de atención tanto por las violaciónes masivas de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf y las prácticas inhumanas que se vivén sobre el suelo argelino.
El caso de Mustafa Salma, actualmente detenido en un lugar secreto, ha encontrado fuertes ecos en los medios de comunicación nacionales y extranjeros y es seguido de cerca por la mayoría de las organizaciones no gubernamentales internacionales con experiencia en la defensa de los derechos humanos. El regreso previsto de Mustafa Salma a los campamentos de Tinduf que terminó mal, sólo ha reavivado las tensiones tanto dentro de la población civil como entre los dirigentes del Polisario.
Un ex mando del Frente Polisario que se unió a Marruecos, refiriéndose a sus contactos en Tinduf, dijo que la crisis està en pleno apogeo en los campamentos de Lahmada. Todos los ingredientes para un malestar social y político están presentes. Entre los signos visibles de ésta crisis, la reciente decisión del Polisario de posponer indefinidamente su XIII congreso.

El Polisario también ha suspendido sin previo aviso, el intercambio de visitas entre familias saharauis de ambos lados, supervisados por el ACNUR. Por último, la fuga masiva de Tinduf, de los jóvenes saharauis que ya no se dejan seducir por las doctrinas pasadas del movimiento separatista o incluso por las prolongadas  sesiones de adoctrinamiento y regimentación en la isla de Cuba.
A nivel internacional, una serie de estados cada vez más numerosos retiran su reconocimiento a la fantasmal República Saharaui «RASD», lo que irrita el gobierno de Argelia y pone a mal  Mohamed Abdelaziz y sus compañeros de equipo. Todo el mundo en los campamentos de Tinduf, los civiles y los oficiales están en alerta. Un clima de desconfianza y sospecha reina ahora en Lahmada, donde incluso se habla de una situación explosiva.