Los dirigentes del Polisario «persona non grata» en la cumbre de TICAD en Yokohama
En la víspera de la apertura de la 7ª Cumbre de la conferencia internacional de Tokio sobre el desarrollo Africano (TICAD-7), celebrada del 28 al 30 de agosto en Yokohama, un suburbio de Tokio, Japón, reafirmó a través de sus canales diplomáticos, que no reconocia la llamada República Saharaui «RASD» y no invitó a sus dirigentes a participar en esta cumbre.
Sin embargo, el jefe del Frente Polisario, Brahim Ghali, quien está siendo procesado por los tribunales españoles por delitos graves crimenes y delitos, aún tuvo el descaro de trasladar a su delegación a Yokohama, con el apoyo y la ayuda de algunos países miembros de la Unión Africana (UA) y encabezada por Argelia y Sudáfrica, que aún reconocen la quimérica «RASD» y apoyan a ultranza, sus demandas de independencia.
De hecho, estos países han obligado a Japón a admitir en la 7ª cumbre de la TICAD, la delegación de dicha «RASD» en su calidad de país miembro de la Unión Africana, incluso si esta entidad no presenta en la opinión de la ONU, ninguno de los criterios de un estado soberano universalmente aceptado.
El domingo pasado, Japón reiteró por la voz de su embajador, el director general de medio oriente y África del norte ante el ministerio de asuntos exteriores de Japón, Katsuhiko Takahashi, su posición de no reconocimiento de dicha «RASD» lo cual es una posición, dijo, «constante e inmutable», que Japón «no tiene la intención de cambiar».
Tokoy terminó cediendo a la demanda de la Unión Africana de asociar a «todos los miembros de la organización» en sus reuniones.
Además, Brahim Ghali y sus acólitos que viajan con pasaportes argelinos no fueron invitados a la fiesta del té ofrecida el martes por el Emperador de Japón y fueron los únicos participantes que se quedaron en su habitación de hotel.
Mientras tanto, el ministro de AAEE de Japón, Taro Kono, recordó en la apertura de la cumbre de Yokohama el miércoles que «en lo que respecta al tema de la participación en LA TICAD», me gustaría reafirmar que la presencia en la TICAD VII de cualquier entidad que Japón no reconozca como Estado, no afecta la posición del país en relación con el estado de esa entidad». A buen entendedor pocas palabras bastan.