Signos precursores de una frialdad inminente entre Nuakchott y El Polisario

La dirección del Polisario ha recibido señales de advertencia de un deterioro inminente de sus relaciones con Nuakchott desde el comienzo de la campaña presidencial que condujo a la victoria, al nuevo jefe de estado, Mohamed Ould Cheikh Ahmed Ould Ghazouani.

A pesar de la invitación del jefe del Polisario, Brahim Ghali, de su antiguo aliado, el presidente saliente Mohamed Ould Abdel Aziz, el nuevo presidente Mauritano ha reservado una fría bienvenida al jefe de los separatistas saharauis durante la ceremonia de su investidura el 2 de agosto en el palacio presidencial en Nuakchott. Brahim Ghali incluso extendió su estancia en Nuakchott para ser recibido por Ghazouani, pero fue en vano.

Como recordatorio, durante su campaña electoral, Ould Ghazouani apenas había velado el color de su posición en la disputa sobre el Sahara marroquí, calificando de «traición».a la naturalización de los saharauis de los campamentos de Tinduf.

Incluso su predecesor, Mohamed Ould Abdel Aziz había admitido con franqueza el 11 de abril que Estados Unidos, Europa y Occidente en general «no quieren un estado entre Marruecos y Mauritania».

Por otro lado, a pesar del clima de frialdad que rodea las relaciones entre Rabat y Nuakchott durante los mandatos de Mohamed Ould Abdel Aziz, quién probablemente se sintió intimidado por las autoridades argelinas, las relaciones entre los dos países no fueron tan malas.

Marruecos fue y es el único país de la región con el que Mauritania tiene un comercio relativamente fuerte. Todos los días, docenas de camiones llenos de mercancías cruzan el puesto fronterizo marroquí de Guergarat, hacia Mauritania y otros países de África occidental.

Finalmente, entre otros signos de una tensión inminente entre el Polisario y Mauritania, el rey Mohammed VI ha delegado al jefe del gobierno marroquí, Saad Eddine El Othmani, la segunda personalidad política más importante del Reino, para representarlo en la ceremonia de investidura del presidente Ghazouani.

El soberano marroquí también estuvo entre los primeros jefes de estado en felicitar al nuevo presidente por su victoria, expresando en un mensaje, «su firme determinación de trabajar juntos (…) para dar un fuerte impulso a las fructíferas relaciones de cooperación que unen Marruecos y Mauritania y fortalecer los medios para aprovechar al máximo las oportunidades y potencialidades de  los que disponen ambos países».