Las relaciones entre Rabat y Argel paralizadas a causa del Sahara

El ministro marroquí de Exteriores, Nasser Burita dijo que las relaciones entre Marruecos y Argelia se han estancado, diciendo que «las relaciones con Argelia no conocen ninguna evolución» durante años.

El deterioro de las relaciones entre Rabat y Argel es consecutivo a la disputa sobre el Sahara marroquí y la testarudez de los dirigentes Argelinos en defender causas perdidas del frente Polisario que han creado desde cero en la época de la guerra fría y que «Siguen apoyando a ultranza, con el único objetivo de debilitar al vecino marroquí e imponer su liderazgo en la región.

En una entrevista publicada hoy por la revista Jeune Afrique, el jefe de la diplomacia marroquí ha lamentado la falta de cooperación a todos los niveles entre los dos países.

Nasser Burita dijo a este respecto que «no hay visita bilateral (argelina) en Marruecos por más de siete años. La coordinación está paralizada a todos los niveles. Las reuniones de la Unión del Magreb Árabe ya no se celebran y el Magreb sigue siendo la región menos integrada del continente.

Acusando a los dirigentes de Argel, la multiplicación de campañas diplomáticas y feroces contra Marruecos desde el anuncio del retorno del reino dentro de la Unión Africana en enero de 2017, el ministro dijo que todavía estaba dispuesto a trabajar con todos los países no hostiles, incluso si han heredado posiciones de una época pasada entorno al Sahara marroquí.

El ministro marroquí también se volcó sobre la adhesión de Marruecos en la Comunidad Económica de África Occidental Unidos (CEDEAO), y señaló que tras el acuerdo de principio de los estados miembros de esta adhesión, «estamos en  la fase legal. Una étapa de negociaciones técnicas seguirá «. El ministro añadió que «estamos en contacto con la Comisión de la CEDEAO en vista de la cumbre de Lomé (prevista para diciembre», asegurando que la controversia «geográfica» nunca se ha planteado.

Hay que recordar en este contexto, que la respuesta de los Jefes de Estado de la CEDEAO, el 4 de junio, a la carta real de 23 de febrero, refleja una creencia compartida por el Reino y los quince miembros de la comunidad que la adhesión de Marruecos será beneficiosa para todos.