Los Mozambiqueños siembran el desorden en la apertura de la cumbre África-Japón en Maputo
Las autoridades de Mozambique han causado confusión en la apertura en Maputo, de la reunión ministerial de seguimiento de la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD).
Contra vientos y mareas los mozambiqueños han violado todas las formas de protocolo de puesta en servicio en tales reuniones, queriendo imponer la noche del jueves, la presencia de una delegación de la pseudo República Saharaui «RASD» en la reunión preparatoria de altos cargos que en última instancia no pudo celebrarse.
Para mayor precisión, la entidad saharaui que no tiene legitimidad internacional, no fue invitada a la reunión de África y Japón el viernes, que está, además, bajo los auspicios de la ONU, que nunca ha reconocido la fantasmal «RASD».
Las delegaciones invitadas, entre ellas la de Japón, ha podido asistir a una escena de forcejeo surrealista, creada por los servicios de seguridad y de protocolo del país anfitrión que zarandearon al ministro marroquí de Exteriores, Nasser Burita y los miembros de su delegación al impedirles de entrar en la sala de conferencias, a pesar de tener sus credenciales y acreditaciones.
Incluso los miembros de la Embajada de Japón que estaban tratando de calmar a la gente, fueron golpeados por la horda en furia de los agentes de seguridad de Mozambique.
Peor aún, los organizadores de la reunión tuvieron el descaro de pasar por alto los procedimientos de acceso mediante la introducción de los torturadores del «Polisario» por la puerta trasera, y instalando sobre los escaños reservados para la delegación de Mozambique.
En una entrevista con Nasser Burita, este viernes en Maputo, al margen de la reunión ministerial, el canciller japonés, Taro Kono manifestó su «profundo pesar» y su «sorpresa» por los incidentes causados por los servicios de seguridad mozambiqueños en la apertura el viernes, de clos trabajos de la TICAD.
Al mismo tiempo, Taro Kono reiteró el no reconocimiento de la pseudo «RASD» por Japón, con la promesa de que tales incidentes no se repetirán más durante la próxima reunión ministerial de la TICAD prevista en Japón.