El embajador de Marruecos ante la ONU revienta un nuevo absceso argelino
El embajador de Marruecos ante las Naciones Unidas en Nueva York, Omar Hilale que parece conocer bien las debilidades del régimen argelino no ha dudado en reventar los numerosos abscesos de los cuales sufren los dirigentes de Argel.
Habiendo demostrado a través de un juego de preguntas y respuestas a la Cuarta Comisión de las Naciones Unidas sobre el sesgo flagrante de Argelia contrariamente a la neutralidad y la condición de observador que clama en el asunto del Sahara, Omar Hilale volvio a la carga, poniendo el dedo en otro absceso, que el régimen argelino sufre a saber, el censo de la población saharaui en los campamentos de Tinduf.
Argelia, recordó, sigue rechazando todas las solicitudes de registro y censo, formulados por los organismos especializados de las Naciones Unidas, y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Como país anfitrión de los llamados refugiados que secuestra durante más de 40 años en su desierto árido, Argelia no se ha tampoco dignado a abrir las puertas de este centro de concentración similares a los de Hitler.
Los diplomáticos argelinos y su líder, Ramtane Lamamra no podían aguantar más, y se rebelaron contra el levantamiento ante la cuarta Comisión de estos asuntos que alteran tanto el régimen argelino y ponen en duda su credibilidad.
Hilal hinco aun más el cuchillo en la llaga, desafiando a los gobernantes de Argel, para autorizar tal censo y de demostrar, como afirman, que los campamentos de Tinduf albergan más de 30.000 llamados «refugiados «saharauis.
Según el ACNUR, el número apenas supera los 40.000 personas, mientras que otras ONG y organismos especializados estiman en sus informes que estas cifras están infladas a sabiendas por Argelia y el Polisario, para recibir más ayuda humanitaria internacional que sirve más bien para llenar las cuentas bancarias de algunos de sus dirigentes sin escrúpulos.
Los mismos informes indican que los campamentos de Tinduf, no sólo acogen saharauis originarios del Sahara Occidental, sino también los tuareg, nómadas beduinos y originarios de Argelia, Mauritania y otros países del Sahel. Fueron repatriados por el DRS (Inteligencia Militar) de Argelia para inflar el número real de personas en los campamentos de Tinduf. Esta es la razón por la que los argelinos temen que un eventual censo ponga al descubierto sus acusaciones y mentiras.
Por otra parte, el embajador de Marruecos no era el único en poner el dedo en este absceso, ya que la misma cuestión ha sido planteada por los delegados de otros países, entre ellos la Unión Europea que ha sido profundamente ofendida a principios del 2015, por las revelaciones impactantes de su oficina de la lucha contra el Fraude (OLAF) sobre la desviación a gran escala de la ayuda europea a las poblaciones de Tinduf.
Muy motivados en su disputa con objetivos hegemónicos y de liderazgo, contra el vecino Marroqui, los militares argelinos y los dirigentes civiles no escatiman en medios, especialmente financieros, mediante la adopción de dinero en efectivo de la bonanza petrolera, para bien regar todos los quién apoyen su plan diabolico.