El líder del Polisario pondrá a prueba la justicia española, viajando a Barcelona?
El nuevo jefe del Frente Polisario, Brahim Ghali anunció recientemente su intención de querer visitar pronto España para una conferencia que tendrá lugar el 18 y el 19 de noviembre en Barcelona, por la «Coordinación europea de solidaridad con los saharauis de Tinduf «.
Brahim Ghalies perseguido, desde el momento en que fue entre 1999 y 2008, representante del Polisario en Madrid por la Audiencia Nacional, el más alto tribunal español, tras las quejas interpuestas por parte de una joven saharaui en los campamentos de Tinduf que ‘de nuevo lo acusa de violación y abuso y por ex presos saharauis que llevan las cicatrices de la tortura y los tratos inhumanos que sufrieron en Tinduf, en el momento en que Ghali fue el llamado «ministro de defensa de la RASD «.
De hecho, poco después de la presentación de estas quejas en 2008, el ex representante del Polisario en Madrid se exfiltro con urgencia a Argel, para evitar ser detenido y juzgado por sus crímenes en España. Después de su partida, la audiencia nacional emitió una orden de busqueda y captura internacional contra Ghali, que se ha negado todo el tiempo de presentarse ante dicho órgano jurisdiccional para responder a los cargos en su contra.
Ahora que ha sido lanzado en paracaídas por el régimen argelino a la cabeza del Polisario y la pseudo República Saharaui «RASD», Brahim Ghali tuvo la ingeniosa idea de lanzar un globo de ensayo para tratar de saber la reacción de la justicia española a su proyecto de ir a España.
Brahim Ghali acaricia la esperanza de que su caso será clasificado por el máximo tribunal español, dada su situación actual como «Secretario General del Frente Polisario» y «de presidente de la RASD,» cargos que lo garantizan, en su opinión, la inmunidad diplomática. Sin embargo, eso sin contar con el rigor del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz que ya había aceptado una denuncia presentada el 14 de diciembre de 2007, en contra de los dirigentes del Polisario y os responsables de la seguridad y el ejército argelino, por «genocidio, tortura, desapariciones forzadas, detenciones ilegales y graves violaciónes de los derechos humanos.»