Las instituciones de la UE solemnemente requeridas del desvío de la ayuda humanitaria por el Polisario
La Agencia Internacional para el Desarrollo (AIDE-Fédération) ha solemnemente requerido las instituciones europeas, reuiriéndoles sobre los seguimientos dados a la contribución de la Oficina de Lucha contra el Fraude europeo (OLAF).
Un año después de las revelaciones condenatorias de la OLAF en un informe publicado a principios de 2015, sobre la malversación masiva por el Polisario de la ayuda humanitaria europea destinada a los secuestrados de Tinduf en el suroeste de Argelia, la Federación Internacional de Agencias de desarrollo envió cartas a todas las instituciones europeas (Parlamento, Consejo, Comisión), en la que se insta a la Unión Europea de tomar medidas para poner fin a esas desviaciones y tomar todas las medidas necesarias en contra de su autores.
A modo de recordatorio es esta organización no gubernamental de acción y de ayuda al desarrollo, de carácter consultivo general por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, que había sido al origen de la solicitud para hacer público el informe de la OLAF.
En la actualidad, este organismo requiere en sus cartas a través de sus abogados en Bruselas que toda la luz sea derramada en estos desvíos.
Se recuerda a este respecto que el Parlamento Europeo (PE) ha pedido aclaraciones a la Comisión Europea (CE) sobre las medidas adoptadas en respuesta a las conclusiones del informe de la OLAF y lo invitó a reevaluar la ayuda de la UE adaptandola a las necesidades reales de las poblaciones en los campamentos de Tinduf.
El PE también señaló que la falta de censo de la población durante un período prolongado constituye una posición anormal y única en los anales de las Naciones Unidas.
La agencia lamenta la ausencia de una clara posición de la UE sobre este tema, pide a las autoridades europeas de velar a clarificar el impacto de la falta de acción de la UE para contrarrestar la constante desviación de la ayuda Europea, frente a una situación convertida en endémica para las poblaciones secuestradas en Tinduf privada de la ayuda europea e internacional a pesar de su volumen sobre-estimado en relacion al número de familias.
El fenómeno de desvio en Tinduf, releva la agencia «, ha llegado a ser tan organizado e importante que los actores parecen haber extendido su área de ventas a otros países vecinos, como Malí, además de Argelia y Mauritania.» Este comercio dice la agencia «se ha convertido en áreas ilegales (drogas, armas, trata de personas) que amenazan a la región de las crisis de seguridad y la elevación de los flujos migratorios».
Para evitar que los argelinos o saharauis implicados por la OLAF continuén con sus actividades ilegales, la Agencia recomienda en conclusión, una auditoría de los organismos encargados de la distribución de la ayuda de la UE y el juicio de los responsables de esas desviaciones con el embargo de sus bienes ilícitamente adquiridos, sobre todo en territorio europeo.