El informe del SG de la ONU atestigua, una vez más, la responsabilidad de Argelia en la cuestión del Sáhara marroquí

En su último informe al Consejo de Seguridad, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, se refiere a Argelia, por enésima vez, como parte en el diferendo artificial sobre el Sahara marroquí. Argelia ha sido mencionada no menos de 20 veces en este informe.

En efecto, el Secretario General de la ONU ha subrayado claramente que Argelia tiene un «papel crucial en la consecución de una solución política para la cuestión del Sáhara». Asimismo, Guterres subraya la responsabilidad de todos los «concernidos», incluida Argelia, para relanzar el proceso político. El informe también cita la decisión de Argelia de llamar a consultas a su embajador en Madrid y de suspender el tratado de amistad, buena vecindad y cooperación con España, firmado en 2002, por la única razón de que este país apoyaba la iniciativa de autonomía marroquí. Esta afirmación pone fin, de una vez por todas, al intento de la parte argelina de esconderse detrás de un pretendido «estado observador» y demuestra su plena responsabilidad en la creación, el mantenimiento y la resolución de este diferendo. El Secretario General de la ONU también señaló a Argelia, que boicotea constantemente el proceso de las mesas redondas. Esto es también, y sobre todo, una violación flagrante de las resoluciones del Consejo de Seguridad, incluida la 2602, que establece las mesas redondas como único marco para el proceso político exclusivamente de la ONU. Estas mismas resoluciones mencionan a Argelia en cinco ocasiones y consagran su papel como parte concernida y la llaman a participar en el proceso de las mesas redondas. El Secretario General de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad ya no dejan lugar a dudas sobre las responsabilidades y obligaciones de este país, como parte principal del diferendo regional del Sáhara marroquí, que está por tanto obligado a participar en el proceso de las mesas redondas de la ONU para alcanzar una solución política realista, pragmática, duradera y de compromiso, cuya encarnación es la iniciativa de autonomía marroquí.