Caso Pegasus: Lahcen Haddad denuncia el silencio y las motivaciones de Forbidden Stories, Amnistía, Le Monde y El País

El copresidente de la comisión parlamentaria mixta Marruecos-Unión Europea, Lahcen Haddad, ha denunciado el silencio revelador y motivado de las organizaciones «Forbidden Stories» y «Amnistía» y de los periódicos «Le Monde» y «El País», tras las nuevas revelaciones del caso Pegasus, que demostraron que Marruecos fue objeto de un ataque injusto y que «nada menos que 22 países europeos utilizan Pegasus para espiar a los suyos».

En un artículo de opinión publicado en la revista española «Atalayar», Haddad retoma la información publicada por el periódico israelí “Haaretz” en su número del 9 de agosto, según la cual los miembros de la Comisión de Investigación Pegasus del Parlamento Europeo fueron informados por NSO, la empresa que fabrica el famoso programa espía, de que «tiene contratos activos con 12 de los 27 miembros de la Unión Europea» y de que «la empresa está trabajando ahora con 22 organizaciones de seguridad y de aplicación de la ley en la UE».

La revelación sorprendió al Comité, cuya intención podría haber sido comprobar si países no europeos han estado utilizando Pegasus para espiar a políticos y periodistas europeos, subraya el ex ministro en el artículo publicado bajo el título “El asunto Pegasus: ¿se disculparán Le Monde y Forbidden Stories con Marruecos?”.

Sin embargo, lo que resulta aún más desconcertante, prosigue Haddad, es el silencio de medios como Le Monde, El País y otros tantos que habían acusado a Marruecos (junto con otros países no europeos) en julio de 2021 de utilizar el programa espía para hackear los teléfonos de varios responsables, además de periodistas europeos.

“Forbidden Stories y Amnistía Internacional, las organizaciones que están detrás de las infames revelaciones, miran hacia otro lado. El silencio no sólo es revelador, sino que también son llamativos los motivos políticos que hay detrás de las infames revelaciones”, sostiene el autor del artículo. 

“El consorcio de 17 medios de comunicación y organizaciones que hicieron las revelaciones el año pasado estaban completamente seguros de que Marruecos era uno de los clientes de NSO y un receptor del software espía Pegasus que utiliza para espiar a extranjeros y nacionales por igual. Un año después, todos ellos no sólo no han aportado pruebas de sus acusaciones contra Marruecos, sino que lo que el Parlamento de la UE ha descubierto es que el espionaje se hace en casa, en Europa, y que un gran número de países y organizaciones de la UE son clientes de NSO”, destaca.

“La explosiva noticia, tal y como la ha comunicado Haaretz, no llamó la atención ni de Le Monde ni de El País. Amnistía ni siquiera la mencionó y Forbidden Stories no ha actualizado su feed de noticias en su sitio web. La revelación de Haaretz ha desmontado la historia de que +los regímenes opresores utilizan Pegasus para espiar a políticos y periodistas en las democracias europeas+. La historia ha sido desacreditada; la narrativa no es tan melodramática como lo era hace un año”, insistió el mismo.

“Temerosos de perder prestigio y credibilidad, estos medios y organizaciones se han refugiado en un silencio veraniego a la espera de que amaine la tormenta. No sólo eso, sino que, si cubren la historia, puede suponer otra prueba de que no tienen ninguna evidencia contra el uso del software espía por parte de Marruecos. Las ramificaciones legales son conocidas, sobre todo porque el Gobierno marroquí se empeña en llevar el caso ante tribunales nacionales europeos para pedir justicia por el daño causado por estos mismos medios y organizaciones”, señala el ex ministro.

La otra razón por la que Le Monde, El País y otros no cubren la historia es, según Haddad, porque “deconstruye su línea editorial antimarroquí. Su propósito es menos profesionalmente periodístico que políticamente motivado”.

Miembro de la Cámara de Consejeros, Haddad dice que espera que los diputados europeos, que han creado una comisión para investigar el asunto, arrojen más luz sobre el tema hasta el punto de que Le Monde, El País, Amnistía, Forbidden Stories y otros vean la dolorosa verdad tal y como es: los clientes de Pegasus son europeos por excelencia, las víctimas también, su número es enorme y la utilización es amplia.

“Los diputados europeos probablemente encontrarán formas y aprobarán leyes para proteger a los ciudadanos, a los políticos y a los activistas. Pero les darán la lección de su vida a estos medios de comunicación y organizaciones mencionadas: retiren su toga paternalista y neocolonial, por la que se dan el derecho de apuntar y atacar a otros países, y limpien su propio patio antes de decir a los demás que el suyo es escuálido”, concluyó.