Al reconocer la rasd, la presidencia está “empujando a Perú a convertirse en un país paria» – analista peruano –

Al reconocer a la rasd, una entidad inexistente, «la presidencia está empujando al Perú a convertirse en un país paria, perjudicándolo en el escenario internacional», estima el analista internacional Ricardo Sánchez Serra en una reciente entrevista con el portal peruano de noticias La Abeja.

Sánchez Serra, que también es vicepresidente de la Federación de Periodistas del Perú, situó la decisión peruana en el contexto de «un exabrupto debido al radicalismo ideológico marxista del presidente Pedro Castillo y de su partido Perú Libre».

La decisión peruana restablecer las relaciones con una república quimérica «busca complicar las relaciones con Marruecos, un amigo que nos abre las puertas al mundo árabe y africano», agregó Sánchez Serra,

Lejos de servir a los intereses de Perú, el analista peruano calificó la decisión de «una afrenta a un país amigo como Marruecos y un distanciamiento con la Liga Árabe y muchos países africanos» que Perú necesita cuando se trata de los votos necesarios para ingresar en un organismo internacional. «Esto también es grave. Gratuitamente se agrede a un país amigo y un influyente país árabe-africano», lamentó.

Tratando de entender lo que sucedió en este desatino de la diplomacia peruana, Sánchez Serra acusó al Ministro de Asuntos Exteriores, Óscar Maurtua, de haber «tomado el asunto a la ligera» y de estar sujeto a «presiones internas y externas marxistas que hicieron su trabajo e hicieron doblegar a la Cancillería».

Para él, «el enojoso tema de la rasd es solo la punta del iceberg, viene el acercamiento con Irán, que abrirá su Embajada en Lima, al igual que los coreanos del norte; asimismo, que los terroristas del Hezbollah abran una oficina en Lima».

Sus temores sobre las nuevas orientaciones de la diplomacia peruana aumentan con el distanciamiento que está tomando de sus vecinos como Brasil, Ecuador, Colombia y Uruguay, «por razones ideológicas. El Perú se convertirá en un paria internacional, que atentará igualmente a nuestro desarrollo y la Cancillería no debe permitirlo», prosigue el analista.

«El “sí señor” es perjudicial. De repente la presidencia presiona para restablecer relaciones con otros países inexistentes como Osetia del Sur, Abjasia, República de Transnistria, Somalilandia o la República de los Cocos…”, concluye con ironía.