Alger impide la identificación de los saharauis de Tinduf para preservar sus intereses geoestratégicos
Marruecos pide a los países donantes de ayuda a la población saharaui en los campamentos de Tinduf de condicionar su asistencia humanitaria al levantamiento del veto argelino sobre el censo de refugiados. A través de la voz de su representante permanente ante la oficina de las Naciones unidas en Ginebra, Marruecos exige nada menos que la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad relativas al censo de las poblaciones en los campamentos de Tinduf. En su intervención ante la 62 ª sesión del Comité Ejecutivo del ACNUR, el diplomático marroquí, Omar Hilale, pidió al ACNUR advirtiéndo el Alto Comisionado para los Refugiados sobre el costo de la asistencia humanitaria, política y de protección que resultaria del no-censo de los saharauis secuestrados en el suroeste de Argelia.
Prácticamente todos los países de acogida han permitido al ACNUR de registrar y censar a los refugiados que albergan en su territorio, con la excepción de Argelia, que es un caso aislado en la historia de la protección internacional y del ACNUR.
Argelia sigue desde hace 35 años, en violación de sus compromisos internacionales, de oponer un no rotundo a las reiteradas solicitudes del ACNUR para registrar a éstas poblaciones, impidiéndo asi a un organismo de la ONU de llevar a cabo una misión de la cuàl es responsable.
Interpeladas sobre este tema el 30 de abril ultimo, recuerda todavia el diplomático marroquí, el Consejo de Seguridad en su resolución 1979 pidió al ACNUR que «seguiéra examinando el censo de los refugiados en los campamentos de Tinduf «. Esta peticion es apoyada por el Secretario General de las Naciones Unidas a través de sus informes al Consejo de Seguridad en abril de 2010 y abril de 2011.
Hilale dijo que esta es la primera vez que el Consejo de Seguridad instruye expresamente el ACNUR en su gestion de la situación humanitaria de los refugiados. El Comité Ejecutivo del ACNUR, agregó, debe preguntarse por qué el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se dirige al ACNUR en el caso de los campamentos de Tinduf, en lugar de ir directamente al Gobierno del país anfitrión que es Argelia.
La respuesta a ésta pregunta, dijo Hilale, se encuentra fundamentalmente en la oposición de Argelia a la inscripción y en el coste de ésta obstrucción. El veto por parte de los líderes de Argelia a éste registro, genera un triple costo político, humanitario y de protección.
La falta de registro priva a los refugiados saharauis de sus legítimos derechos como la libertad de movimiento, expresión, asociación y otros que son reconocidos por el derecho internacional.
También se les priva de retorno voluntario a su país de origen Marruecos, la integración local o el reasentamiento en terceros países, a pesar de la generosa oferta de varios países de acojerlos, dijo Hilale.
Esta triple obstrucción crea un sentimiento de desesperanza, especialmente entre los jóvenes, que nacieron en los campamentos y que arriésgan de morir en los campamentos sin pisar la tierra de sus antepasados, dijo.
Las autoridades de Argel están haciendo todo lo posible para evitar la identificación y el registro de la población de los campamentos de Tinduf y fomentar el desvío de la ayuda humanitaria por parte de su protegido del Polisario en el marco de una política no declarada, para mantener a éstas poblaciones en un estado de privación de alimentos y de dependencia y vulnerabilidad, y así seguir explotando ésta tragedia humanitaria para los intereses geoestratégicos en la búsqueda de un liderazgo regional.