La gestión del país no indica la existencia de un Estado argelino – Escritor-periodista –
Inspirado en el título de la película americana «¿Hay un piloto en el avión?», el escritor-periodista Talaâ Saoud Al Atlassi se pregunta: «¿Hay un Estado en Argelia?», concluyendo que hay, ciertamente, en este país un presidente de la república, un parlamento, instituciones o un ejército pero «nada en este país da la impresión de la existencia de un Estado».
En una columna publicada en el sitio de noticias en línea Machahid 24, este especialista en Argelia señala que una de las principales definiciones del Estado es que esta entidad es la expresión del interés general y el garante de su continuidad, pero «resulta que las decisiones de las instituciones de este país no reflejan el interés general, ni contribuyen a su preservación. Además, puede decirse que estas instituciones no gozan de ninguna legitimidad popular, uno de los fundamentos de la gestión pública».
En este sentido, señala que «la propia Constitución se adoptó durante un referéndum marcado por la menor participación popular de la historia de las elecciones argelinas, con un alto índice de abstención, al igual que la elección del presidente y de los diputados. En consecuencia, se puede decir que las instituciones en Argelia son formales y no tienen ninguna influencia en la gestión de los asuntos públicos en Argelia, aparte del ejército».
La historia del poder en Argelia desde 1962 es simplemente una historia militar sin ninguna manifestación del componente civil. Y si durante varios años los generales del ejército se escondieron tras la fachada de un gobierno civil, hoy ni siquiera toman esta precaución, mostrándose públicamente como los verdaderos detentadores del poder».
La prueba de que las instituciones civiles son formales es el último consejo de ministros presidido hace diez días por el presidente Tebboune, argumenta, explicando que en un Estado que se respeta, el consejo de ministros no se reúne para discutir y deliberar sobre los proyectos de ley, sino para aprobarlos antes de presentarlos al Parlamento para su promulgación.
También agregó que justo después de este surrealista consejo de ministros, hubo una reunión del Alto Consejo de Seguridad en la que los generales tienen la última palabra y al final de la cual se decidió tomar una «decisión punitiva» contra España por haber adoptado una posición favorable a la cuestión de la integridad territorial del Reino, una decisión de congelar el acuerdo de cooperación y buena vecindad y de detener el comercio con España. Una vez más, los generales del régimen argelino se muestran como los verdaderos amos de Argelia».
El periodista concluyó que el Consejo de Ministros en Argelia se ha convertido en un pasatiempo del presidente argelino para dar la impresión de que existe una entidad estatal civil. Porque los verdaderos responsables son los generales que han llegado a imponer al presidente de la república y a su gobierno declarar la »guerra» a España por su apoyo a Marruecos.