Frente a la hostilidad del régimen argelino, Marruecos mantiene una calma olímpica – Escritor-periodista –
Marruecos mantiene una calma olímpica a pesar de que el régimen argelino persiste en su hostilidad hacia el Reino presentándolo como un enemigo al acecho, subraya el escritor-periodista Talaa Saoud Al Atlassi.
En una crónica publicada el martes en el sitio web de noticias »Machahid 24» bajo el título »Régimen argelino: una hostilidad innata hacia Marruecos», el escritor señaló que la última manifestación de esta actitud hostil tomó la forma de una declaración publicada en las columnas de la prensa argelina que menciona una mediación árabe para la reconciliación entre Marruecos y Argelia.
El autor explicó que esta aclaración, atribuida a una «fuente» que significa en lenguaje críptico el cuarterón de los generales que dirigen el régimen argelino, desmiente el rumor de esta mediación porque, según esta fuente, «está probado que Argelia había declinado públicamente esta oferta de mediación con Marruecos, dado que la ruptura de relaciones es el último recurso ante las llamadas maniobras y complots de Marruecos contra Argelia desde su independencia en 1962».
Y en consecuencia, »esta fuente militar se ha traicionado a sí misma al publicar esta aclaración porque invalida todas las justificaciones, bastante absurdas, presentadas por el régimen argelino para motivar la ruptura de relaciones diplomáticas con Marruecos», señala, añadiendo que esta aclaración confirma el hecho de que el régimen argelino persiste en su hostilidad hacia Marruecos desde la independencia de Argelia y no lo contrario».
Frente a esta hostilidad declarada, el periodista subrayó que Marruecos permanece imperturbable y sereno, mejor, el Reino, al más alto nivel del Estado, no deja de lanzar llamamientos al apaciguamiento y a unas relaciones fraternales y pacíficas con Argelia, tomando como testigo a la comunidad internacional.
Tras destacar los rotundos éxitos diplomáticos de Marruecos y los crecientes anuncios de países que reconocen la marroquidad del Sáhara, así como el reconocimiento internacional de la credibilidad y el realismo del plan de autonomía, el autor considera que no es de extrañar que el régimen se enfurezca tanto, persistiendo en acusar a Marruecos de ser hostil a Argelia desde su independencia en 1962.