Marruecos y Finlandia unen sus experiencias en la prevención del terrorismo y la lucha contra el extremismo
Marruecos y Finlandia procedieron, el miércoles en Helsinki, a la aproximación de sus experiencias en materia de prevención y lucha contra el extremismo.
Este ejercicio tuvo lugar en el marco de una mesa redonda organizada bajo el lema: «Abordar las experiencias de Marruecos y Finlandia en la lucha contra el terrorismo: una perspectiva de cooperación».
El objetivo de este evento, organizado por la Embajada de Marruecos en Helsinki, es explorar las posibles interacciones entre dos enfoques diferentes que evolucionan en un contexto económico y de seguridad mundial profundamente cambiante.
«El terrorismo es un fenómeno global. Para combatirlo eficazmente, es necesaria la cooperación internacional, también con el Reino de Marruecos», declaró Paivi Kairamo, embajadora de cooperación antiterrorista del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia, que destacó la importancia que su país concede a la «cooperación multilateral eficaz» en este ámbito.
La responsable finlandesa aprovechó la ocasión para elogiar «el compromiso de Marruecos y su actuación en el ámbito de las organizaciones internacionales, donde su papel es bien conocido y reconocido».
Abordando la estrategia marroquí de prevención del terrorismo y de lucha contra el extremismo, el embajador del Reino en Finlandia, Mohamed Achgalou, afirmó que, gracias al impacto de la estrategia multidimensional del Reino, «el territorio nacional a lo largo de sus fronteras es totalmente seguro, protegido, estable y está preparado para acoger a los inversores y turistas finlandeses en cualquier momento, con total tranquilidad, con la oferta económica y el clima de negocios más atractivos de la región».
En este contexto favorable, el diplomático marroquí destacó «la política clarividente de SM el Rey Mohammed VI que ha hecho de Marruecos un remanso de paz y estabilidad que trasciende el territorio nacional para convertirse en una baza importante para la seguridad regional y europea».
El enfoque holístico en este campo ha hecho de Marruecos un actor internacional reconocido por sus pares y una referencia aprobada por las estructuras de la ONU, prosiguió el embajador.
Ante una audiencia compuesta por empresarios, expertos y altos funcionarios finlandeses, el diplomático marroquí desarrolló los grandes pilares de la política nacional de prevención y lucha contra el terrorismo y su importancia para «asegurar y, al mismo tiempo, preservar y mejorar el atractivo económico y turístico del país».
En cuanto a la dimensión de la cooperación, objeto principal de este debate, el representante del Reino en Finlandia destacó el compromiso indefectible de las autoridades marroquíes en asociaciones fructíferas que han podido evitar muchas tragedias en el mundo gracias a la vigilancia y la profesionalidad de los distintos servicios de seguridad del Reino.
Según él, este compromiso continúa y se manifiesta en la movilización total contra el terrorismo, el extremismo y el crimen organizado.
En lo referente a la dimensión religiosa, Achgalou subrayó que «la institución de Comandante de los Creyentes garantiza a los ciudadanos la preservación de la paz espiritual que falta en muchos otros países”. Se trata, añadió, de «una característica fundamental de la identidad nacional marroquí porque preserva las constantes de un Islam abierto practicado en una sociedad tolerante por naturaleza y protectora, por humanismo, del libre ejercicio del culto y de la convivencia religiosa y civilizatoria».
Este encuentro, moderado por el analista y escritor finlandés Ari Petajavaara, estuvo marcado por la notable aportación del experto marroquí Naoufal Abboud, director ejecutivo del «Nordic Center for Conflict Transformation», que abordó el tema desde el ángulo del impacto económico y el coste financiero de las políticas antiterroristas.
En su intervención, Abboud puso de relieve la especificidad y los puntos fuertes de la experiencia marroquí, así como las lecciones aprendidas de los trágicos acontecimientos que han sacudido el mundo, concluyendo que la economía internacional se ha vuelto resistente.