Conflicto ucraniano: La única solución es el diálogo y el respeto de la integridad territorial de las naciones – Editorial –

La única solución posible al conflicto ucraniano «está, como la posición marroquí ha afirmado en dos ocasiones, en la claridad, el diálogo, la diplomacia, la negociación y el respeto de la integridad territorial de las naciones», afirma el editorialista del mensual «BAB».

«Esta guerra debe terminar. Demasiadas víctimas inocentes. Demasiados refugiados. Demasiada miseria. Demasiado sufrimiento. Y demasiada violencia ilegítima contra los civiles desemparados», sostiene Khalil Hachimi Idrissi, director general de la Agencia Marroquí de Noticias (MAP), en el editorial del último número de «BAB» bajo el título «La paz inmediata».

En opinión de Hachimi Idrissi, «si el camino hacia la paz inmediata pasa por una mejor consideración de las necesidades de seguridad de Rusia por parte de los europeos y de la OTAN, hay que pasar por ello. Si el camino hacia la paz inmediata pasa por una neutralidad – que hay que inventar – de Ucrania dentro de sus fronteras íntegras y reconocidas, hay que pasar por ello».

«Si el camino hacia la paz inmediata se encuentra en un mayor respeto de los derechos culturales. La autonomía de todas las minorías, también hay que pasar por ello», insiste.

Porque, según él, la guerra de Ucrania es «la expresión cruda de la incapacidad de los occidentales para encontrar un nuevo paradigma de seguridad en Europa que incluya a Rusia y la tranquilice sobre su seguridad nacional».

Por el contrario, explica, la OTAN – una organización de otra época, incluso casi obsoleta – ha seguido justificando su existencia impidiendo al Viejo Continente dotarse de una defensa independiente, eficiente y autónoma, y antagonizando a Rusia absorbiendo con avidez a casi todos los ex países satélites de la URSS.

«Sucedió lo que debía suceder. De negaciones en imposturas, de golpes torcidos en golpes de Jarnac, el oso ruso, cuando recuperó algunas fuerzas, se opuso», estima el editorialista de la revista mensual de la MAP.

Si «nada justifica la invasión de Ucrania por Rusia, ni los retrasos de Europa, ni las baladronadas de la OTAN, ni las peticiones de principios del estadounidense Joe Biden», esta guerra, cuyos verdaderos protagonistas utilizan un «proxie» – en este caso, Ucrania – por descuido, es condenable, como cualquier otra guerra, sostiene.

«Nadie en Occidente es capaz de morir por los ucranianos. Más bien, están dispuestos a luchar hasta el último ucraniano vivo. Pero eso no basta, como se dice hoy en día», señala el editorialista, asegurando que «nadie quiere la destrucción total de este país y la depuración cínica y criminal de sus ciudadanos».

Para Hachimi Idrissi, «todo el mundo sabe que una victoria rusa sería fatalmente una victoria pírrica. Dramática e irrisoria».

«Entonces, hay que sentarse a la mesa y comenzar una verdadera negociación global y seria sobre la seguridad de unos y otros que alejaría el peligro de una tercera guerra mundial y el espectro de un enfrentamiento nuclear generalizado», concluye.