El régimen argelino se opone a la resolución de un conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí para servir a la agenda de un cuarterón de generales – Periodista-Escritor –

El régimen argelino no quiere un arreglo del conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí porque lo que le importa es servir a la agenda de un cuarterón de generales, afirma el periodista-escritor, Talaa Saoud Al Atlassi.

En un artículo publicado en el sitio web de información »Machahid 24» titulado »En Argelia, los generales desangran al Estado», el columnista subraya que todos los que detienen el poder en Argelia no quieren un arreglo del conflicto sobre el Sáhara marroquí porque »lo que más les importa es que el statu quo se eternice, dándoles la oportunidad de consolidar su dominio sobre Argelia política y económicamente».

Si el interés de Argelia y del pueblo argelino por la solución de este conflicto artificial, para el que la comunidad internacional ha establecido una hoja de ruta clara, favorece el relanzamiento del desarrollo de este país y su apertura hacia un horizonte magrebí beneficioso para los pueblos de la región, de la que el pueblo argelino forma parte, el hecho es que en Argelia no hay Estado, sino un cuarterón de generales», estimó el periodista.

«En el estado actual de las cosas, el interés general está perdido, la decisión está monopolizada por los que controlan el funcionamiento del Estado, en este caso el jefe del Estado Mayor y el cuarterón de generales bajo su mando», agregó el autor del artículo. 

Al señalar que el enviado personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara, Staffan De Mistura, realizó su visita a Argelia teniendo en cuenta la última resolución del Consejo de Seguridad sobre el conflicto del Sáhara marroquí y la organización de negociaciones cuatripartitas para encontrar una solución política realista y duradera a la que se adhieran las cuatro partes concernidas, Talaa Saoud Al Atlassi indicó que De Mistura

contaba con una reacción del «Estado» a la resolución de la ONU, pero rápidamente se dio cuenta de que no estaba tratando con un Estado, sino sólo con una voluntad de prolongar el conflicto en beneficio de un cuarterón de generales que dirigen el país.