El comunicado conjunto Marruecos-Italia, una lección de diplomacia
En la cuestión del Sáhara marroquí, la diplomacia nacional constante y serena, guiada por principios inquebrantables, ha conseguido enormes logros gracias a una visión pragmática y sin complicaciones.
Gracias a este nuevo enfoque, que extrae su esencia de la sabiduría y la clarividencia de SM el Rey Mohammed VI, Marruecos se ha reincorporado a la Unión Africana y se ha ganado un amplio apoyo internacional para sus derechos legítimos e inalienables sobre sus provincias del sur. El reconocimiento estadounidense de la soberanía nacional sobre el Sáhara marroquí es el ejemplo más elocuente.
Los mismos principios, valores y constantes que sustentan la marroquidad del Sáhara presiden la concepción, formulación y expresión de la posición marroquí sobre esta cuestión en diversas ocasiones.
Es el caso del comunicado conjunto emitido el martes tras la entrevista telefónica entre el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, y su homólogo italiano, Luigi Di Maio, que fue presentado por la agencia de prensa argelina (APS) como una «primicia» en la historia diplomática marroquí por la simple razón de que utiliza el término «Sáhara Occidental».
Aferrado a los espejismos, el cabo mayor que inspiró esta nota se precipitó en sacar deducciones arriesgadas sobre lo que él llama «la solidez de las convicciones del Reino» en lo que respecta a la cuestión del Sáhara marroquí.
Para él, evocar este término, que en realidad se refiere a una referencia geográfica (el Sáhara Occidental o Atlántico frente al Sáhara Oriental), significa «el abandono de un principio bajo la influencia de un socio».
El delirio desplegado por este autor siniestro, obsesionado por una victoria imaginaria, alcanzará su punto álgido al afirmar que utilizar esta referencia geográfica para hacer alusión al Sáhara marroquí es «un paso atrás» en la posición del Reino.
El resentido comentario de la APS es en realidad una regurgitación ácida tras las verdades afirmadas por el último Discurso Real con motivo del aniversario de la Marcha Verde, en el que SM el Rey reiteró el carácter innegociable de la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara.
En lugar de centrarse en las cuestiones de fondo tratadas en el comunicado conjunto italo-marroquí, con sus términos tan contundentes que apoyan la posición del Reino, la APS prefirió hacer objeciones sobre nimiedades y señalar el uso de una terminología que es habitual y corriente en la ONU, la Unión Europea y otros Estados y organizaciones. Marruecos no tiene ningún reparo en hablar del «Sáhara Occidental» en un contexto académico o de relaciones internacionales, sabiendo que esto no afecta ni a la constancia de sus posiciones ni a la evidente pertenencia de las provincias del sur a la madre patria.
En materia de diplomacia, Marruecos respeta los términos elegidos por sus socios. No manipula, descontextualiza y falsea, como Argelia, los hechos, declaraciones y posiciones de sus interlocutores extranjeros.
Sobre la cuestión del Sáhara marroquí, el Reino sitúa sus esfuerzos diplomáticos en el marco de un multilateralismo asumido y responsable bajo la égida de la ONU. Esto no cambia ni un ápice su convicción y la solidez de su posición, ni la de sus socios respecto a su integridad territorial.
Y aquí tenemos derecho a preguntarnos, ¿por qué la APS no mencionó, por ejemplo, la referencia hecha en el comunicado conjunto italo-marroquí a la Resolución 2602 del Consejo de Seguridad, que fue rechazada por Argel? ¿Por qué no mencionó el apoyo de Italia a los «esfuerzos serios y creíbles» de Marruecos en el marco de la ONU y el hecho de que Roma anima a «todas las partes», incluida Argelia, a seguir comprometiéndose, «en un espíritu de realismo y compromiso», para alcanzar una solución política consensuada al conflicto artificial sobre el Sáhara?
Otro elemento importante es el momento de esta enésima metedura de pata mediática de la APS, que llega después de la visita a Argelia del presidente italiano Sergio Mattarella, a quien los medios de comunicación, encabezados por la cínica agencia de prensa, hicieron decir lo que no dijo sobre el Sáhara marroquí.
Resulta que el cambio de paradigma del «Sáhara Occidental», el «Sáhara Atlántico» o las «Provincias del Sur», como fantasea el régimen de Argel, no está en la agenda. Todos estos nombres significan lo mismo: Marruecos está en su Sáhara y el Sáhara está en su Marruecos. Muévase, no hay nada que ver aquí.