Argelia, «santuario» de los terroristas del polisario y de ETA – historiador español –

El régimen argelino ha sido y sigue siendo un «santuario» para los grupos terroristas, en particular el polisario y ETA, subraya el historiador y politólogo español, Pedro Ignacio Altamirano.

Argelia ha acogido en sus campamentos los entrenamientos del grupo ETA, que reclamaba la independencia del País Vasco, y ha dado refugio a los separatistas del polisario que han cometido atentados terroristas contra intereses y ciudadanos españoles, escribe Altamirano en un artículo titulado » El eje Argelia – Polisario – ETA», publicado en varios medios de comunicación españoles, entre ellos «lahoradeafrica.com» y «voziberica.com».

«Es una evidencia histórica el apoyo del régimen argelino a la banda terrorista ETA, tanto en campo del entrenamiento terrorista, como soporte diplomático», subraya el autor del artículo, destacando que algunos miembros de ETA se entrenaban en los campamentos argelinos en el norte del país.

«Argelia vive aún en la guerra fría, y convertida en el verdadero santuario de los movimientos revolucionarios armados. Siempre ha ayudado a todo tipo de bandas terroristas, entre ellas ETA y polisario», afirma Altamirano.

«España siempre supo que Argelia entrenaba, entrena; daba soporte y da soporte al terrorismo internacional, al terrorismo en África, y de forma más específica al Frente Polisario», señala el politólogo español, precisando que ‘’la conexión diabólica ETA-Polisario’’ ha permitido al polisario continuar sus ataques terroristas en África y en territorio español.

Es importante recordar que durante trece años, entre 1973 y 1986, el frente polisario perpetró 289 atentados terroristas contra ciudadanos españoles, particularmente contra trabajadores y pescadores de las Islas Canarias, Galicia y Andalucía, resaltó.

A raíz de estos ataques, el ex presidente del gobierno español, el socialista Felipe González, ordenó la expulsión inmediata del territorio español de «todas las personas identificadas como miembros del frente polisario» y el cierre de sus oficinas en España, recuerda Altamirano, lamentando la actitud de algunas administraciones públicas españolas que siguen concediendo subvenciones a los criminales del polisario.