Una fuerte participación con aspecto de referéndum confirmativo de la marroquidad del Sáhara

Por Mohamed TOUZANI-. Los habitantes de las tres regiones del Sáhara marroquí ya demostraron en el pasado que son auténticos ciudadanos marroquíes y lo acaban de reconfirmar con motivo de las elecciones comunales, regionales y legislativas del miércoles.

Con una tasa de participación del 66,94% en Laayún-Sakia El Hamra, del 63,76% en Guelmim-Ued Nun y del 58,30% en Dajla-Ued Eddahab, estas tres regiones de las provincias del sur del Reino superan ampliamente la tasa del 50,18% registrada a nivel nacional durante estos triples comicios, según las cifras publicadas el miércoles por la noche por el Ministerio del Interior. 

Esta participación masiva es una fuerte señal del inquebrantable apego de los hijos del Sáhara a su país y de su efectiva implicación en la labor de construcción de sus instituciones, en el marco de una regionalización avanzada que abre de par en par las puertas del progreso y la prosperidad.

Es también un mensaje para los que siguen acariciando sus quimeras de una supuesta «independencia» del Sáhara, que la población de este territorio sólo concibe su futuro y el de sus hijos en el seno de Marruecos y de sus instituciones democráticas y no en el desierto infernal de los campamentos de Lahmada, en el sur argelino, y conspirando con un país extranjero.

Pues los separatistas y sus pocos acólitos en las provincias del sur no han escatimado medios últimamente para intentar sembrar la duda en la mente de los marroquíes de origen saharaui e incitarles a «boicotear» estas elecciones, pero sin contar con la determinación y el fervor patriótico de esta población que, por el contrario, acudió masivamente a las urnas desde las primeras horas del miércoles para cumplir con su deber patriótico y expresar por la misma vía su categórico rechazo a estas insidiosas y engañosas campañas de propaganda.

Esta voluntad de contribuir al proceso democrático, participando en la elección de los representantes de estos ciudadanos en los consejos electos y en la institución legislativa, triunfó finalmente sobre todas las maniobras e intentos malintencionados de los enemigos de la integridad territorial del Reino.

Las tres elecciones del miércoles confirmaron la elección de la continuidad de un proceso histórico irreversible en el que Marruecos no puede concebirse sin sus provincias saharianas y en el que es imposible imaginar a estas provincias forjando su futuro fuera de la soberanía marroquí.

En efecto, incluso antes del día de la votación, el desarrollo de la campaña electoral en un clima de serenidad y de civismo ejemplar demostró el admirable espíritu de ciudadanía de los habitantes de las provincias saharauis.

Y no puede ser de otra manera, ya que esta población vive en paz y sosiego y las provincias del sur experimentan una dinámica de desarrollo sin precedentes, con una tasa de crecimiento muy superior a la media nacional e indicadores sociales que hacen que los responsables y concejales de otras ciudades y regiones del Reino se pongan verdes de envidia.

El nuevo modelo de desarrollo de las provincias del sur, que ha movilizado inversiones por valor de unos 80 mil millones de dírhams, ha cambiado radicalmente la fisonomía de estas regiones dotándolas de modernas infraestructuras en materia de carreteras, aeropuertos, sanidad, educación, equipamientos urbanos, agua y electricidad, que no son en absoluto comparables al lamentable estado en el que los dejó el colonialismo español.

Pero más allá de estas elecciones, el altísimo índice de participación en estos comicios adquiere el aspecto de un referéndum a través del cual esta población ha proclamado alto y claro su apoyo masivo a la autonomía, como única solución realista al conflicto regional que dura desde hace más de 40 años en esta parte del sur del Reino.

También es una forma de gestionar democráticamente sus asuntos locales en el marco de la soberanía marroquí.

De hecho, desde hace varios años, los consejos electos (comunas, consejos provinciales y prefectorales y consejos regionales) de las tres provincias del sur son gestionados exclusivamente por los hijos del Sáhara, tras unas elecciones democráticas acogidas unánimemente por la comunidad internacional.

La gestión de estos consejos permite a la población local y a los cuadros saharauis ensayar el ejercicio de la democracia local en el seno de instituciones electas, precisamente en la perspectiva de la instauración de esta autonomía.