El gobierno marroquí rechaza y condena las falsas acusaciones publicadas por periódicos extranjeros
El gobierno marroquí expresó su gran asombro por la publicación, desde el domingo 18 de julio, de manera recurrente y coordinada, por periódicos extranjeros reunidos bajo la bandera de una coalición denominada»Forbidden stories», informaciones erróneas en las que sus autores pretenden falsamente que Marruecos ha infiltrado los teléfonos de varias personalidades públicas nacionales y extranjeras y de responsables de organizaciones internacionales a través de un programa informático.
En un comunicado, el gobierno rechaza y condena categóricamente estas acusaciones infundadas y falsas, al igual que otras anteriores de Amnistía Internacional.
El gobierno recuerda a la opinión pública nacional e internacional que Marruecos es un Estado de derecho, que garantiza el carácter secreto de las comunicaciones personales por la fuerza de la Constitución y en virtud de los compromisos convencionales del Reino y de las leyes y mecanismos judiciales y no judiciales que garantizan la protección de los datos de carácter personal y la ciberseguridad para todos los ciudadanos y residentes extranjeros en Marruecos.
No está permitido, por la fuerza de la Constitución, acceder o publicar, total o parcialmente, el contenido de las comunicaciones personales o de utilizarlas contra cualquier persona, salvo por orden del poder judicial independiente y de conformidad con las condiciones y modalidades previstas por la ley, agregó.
Los órganos encargados de hacer cumplir la ley están obligados a respetar sus disposiciones y no pueden actuar fuera de su marco.
El comunicado precisa también que el gobierno del Reino de Marruecos nunca ha adquirido programas informáticos para infiltrar dispositivos de comunicación, como tampoco las autoridades marroquíes han recurrido nunca a este tipo de actos, añadiendo que el colectivo mediático, en todos los artículos de prensa que ha difundido, es incapaz hasta ahora de aportar pruebas para apoyar sus alegaciones.
Consciente de los motivos y las intenciones que hay detrás de la difusión de estas falsas acusaciones y de su contexto, el gobierno marroquí desafía al citado colectivo, al igual que hizo con Amnistía Internacional, a aportar pruebas realistas y científicas que puedan ser objeto de peritajes y contraperitajes profesionales, imparciales e independientes sobre la veracidad de estas acusaciones.
El gobierno del Reino de Marruecos se reserva el derecho de adoptar las medidas que considere apropiadas frente a las falsas alegaciones transmitidas por el colectivo antes citado y que tienen por objeto atentar contra la imagen del país, a sus logros en el ámbito de los derechos y libertades fundamentales, a su estatuto y a sus intereses supremos, concluye el comunicado.