Crisis marroquí-española: La determinación del Reino ha paralizado cualquier acción de Laya en su contra – politólogo –
La determinación mostrada por Marruecos en la gestión de la crisis diplomática con España, tras la acogida por parte de esta última del jefe de las milicias del polisario fue un «factor que paralizó» cualquier acción en su contra por parte de la ya ex ministra española de Asuntos Exteriores Arancha González Laya, escribió el domingo el politólogo Mustapha Tossa.
En su intento de contrarrestar a Marruecos, las autoridades españolas recurrieron a la carta de presión europea. Probablemente, Madrid pensó que si Bruselas y Estrasburgo fruncían el ceño ante Rabat, Marruecos bajaría el techo de sus reivindicaciones.
Pero a lo largo de esta crisis, Marruecos «se ha mantenido firme, sólido en sus convicciones, imperturbable en la defensa de sus intereses, dispuesto a cualquier hipótesis para salvaguardar su unidad y su soberanía», subraya el politólogo en un análisis.
«Sólo esta determinación, fue un factor que paralizó cualquier acción de la ministra Arancha González Laya contra Marruecos», desmagnetizando a la ministra y haciendo inoperante toda su agitación, estima Tossa en este análisis titulado «la maldición del polisario golpea a España» publicado en el sitio Atlasinfo.
La posición justa de Marruecos fue apoyada por muchas voces influyentes españolas que cuestionaron el amateurismo de su jefa de la diplomacia en un tema tan explosivo como la cuestión del Sáhara y las relaciones con Marruecos, agrega el politólogo.
Hoy, Madrid ofrece un nuevo interlocutor diplomático a Marruecos en la persona del ex embajador español en París, José Manuel Albares, recuerda Tossa, estimando que «sin ninguna duda, la destitución de la ministra González Laya podría verse, con razón, como una señal de apaciguamiento y una voluntad de pasar página de esta crisis sin precedentes entre Marruecos y España», afirma el politólogo.
Marruecos esperará las señales de la nueva administración española para saber si las meteduras de pata de la ministra Laya se debieron a su amateurismo y a su desconocimiento de temas delicados o si fue una doctrina arraigada en el Gobierno español.