Calvario de las poblaciones de Tinduf y violencias contra los migrantes: Argelia ante sus responsabilidades
El embajador y representante permanente de Marruecos ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Omar Zniber, recordó hoy miércoles, durante los debates celebrados en el marco de la 47ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, la responsabilidad directa de Argelia en la persistencia del calvario que padecen los habitantes de los campamentos de Tinduf, privados de sus derechos más elementales, y que son utilizados por las autoridades de este país como fondo de comercio.
El embajador también llamó la atención sobre la grave violencia y las prácticas inhumanas y degradantes perpetradas por las autoridades argelinas contra los migrantes, especialmente los subsaharianos, tal y como atestiguan los informes de varias organizaciones internacionales
En su intervención durante el Diálogo Interactivo con el Relator Especial sobre el derecho a una vivienda adecuada, Zniber señaló que «es hora de interrogar a las autoridades argelinas por el hecho de haber mantenido a la población en los campamentos de Tinduf durante 45 años, sin haber sido capaces de proporcionarles las condiciones mínimas de vivienda, dejándoles en la vulnerabilidad y la precariedad, mientras que la totalidad de esta población constituye el equivalente a unas manzanas de casas de un barrio de la capital de este país».
«La financiación para armar a los separatistas que controlan estos campos podría haber sido suficiente para construir viviendas, no sólo para esta población, bajo el control de las autoridades argelinas, sino también para proporcionar a todos los ciudadanos de este país una vivienda adecuada», añadió.
En otro diálogo interactivo con el Relator Especial sobre los migrantes, la delegación marroquí llamó la atención sobre el hecho de que las autoridades argelinas, en una práctica sistemática, han expulsado a miles de migrantes y solicitantes de asilo en redadas en serie de subsaharianos.
Las fuerzas de seguridad argelinas separaron a los niños de sus familias en detenciones masivas, despojaron a los adultos de sus bienes, les impidieron impugnar su expulsión y se negaron a verificar su derecho al estatuto de refugiado, recordó la delegación marroquí.
Argelia había expulsado a 35.600 inmigrantes, muchos de los cuales llevaban muchos años residiendo en el país, según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).