Sáhara: un conflicto artificial, factor de desestabilización en la región, de la que Argelia es la principal responsable – Observatorio Geopolítico –
El conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí es un factor de desestabilización en la región, de la que Argelia es la principal responsable, afirma Charles Saint-Prot, director general del Observatorio de Estudios Geopolíticos.
«Todo el mundo sabe que el conflicto fue instrumentalizado en 1975 por Argelia y el bloque comunista. Han manipulado un pequeño movimiento izquierdista (el polisario) convertido en un títere de Argel que alimenta el conflicto dedicando sumas extraordinarias a la propaganda anti marroquí, mientras que el pueblo argelino carece de todo», subraya el director del OEG, un centro de investigación en geopolítica y relaciones internacionales, con sede en París.
Esta instrumentalización se traduce también en «gastos considerables en gastos de cabildeo, en los Estados Unidos o en la Unión Europea», destaca Charles Saint-Prot, en un artículo bajo el título «El conflicto sobre el Sáhara marroquí: un remanente de la guerra fría», publicado por «France Forum», una revista trimestral del Instituto Jean Lecanuet.
Según el geopolitólogo francés, «hoy en día, este conflicto es un grave factor de desestabilización de la región, tanto más cuanto que se ha comprobado que la milicia del polisario tiene vínculos con grupos terroristas como Aqmi o Hezbolá». Y, «la situación de los pocos miles de personas retenidas en los campamentos de Tinduf en Argelia viene a agravar las cosas. Además de sufrir repetidas violaciones de los derechos humanos por parte del polisario y del ejército argelino, las deplorables condiciones de vida los exponen al aumento del terrorismo».
Cabe recordar que desde hace algunos años las resoluciones de la ONU invitan a Argelia a discutir con Marruecos. «Estas resoluciones demuestran que Argelia es el principal actor de un conflicto que mantiene artificialmente», afirma Charles Saint-Prot.
Desde su punto de vista, «el problema no es entre Marruecos y un pueblo imaginario, sino que es el resultado de la agresión de Argelia contra su vecino marroquí, en violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas».
En cambio, afirma Saint-Prot, «existe una salida de la crisis». En 2007, Marruecos presentó al secretario general de las Naciones Unidas una iniciativa para la negociación de un estatuto de autonomía de la región del Sáhara. Este mismo año, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se congratuló de los esfuerzos «serios y creíbles realizados por Marruecos para avanzar hacia una solución».
Actualmente, prosigue el geopolitólogo francés, «todos los observadores objetivos y los principales Estados, empezando por los Estados Unidos y Francia, reconocen que el plan de autonomía, en el marco de la soberanía del reino y de su unidad nacional, constituye la única solución adecuada para acabar con este remanente de la guerra fría».
Según Charles Saint-Prot, la propuesta marroquí constituye «una oportunidad que hay que aprovechar».
El mismo también considera que «es hora de que la comunidad internacional preste todo su apoyo a Marruecos, que propone una solución realista y creíble, invitando claramente a Argelia a poner fin a este conflicto artificial que perturba la geopolítica de la región sahelo-sahariana, en un momento en que los riesgos de desestabilización no dejan de extenderse debido a la actividad de los grupos terroristas y al debilitamiento de un buen número de Estados, entre ellos Argelia, donde la economía de renta se ve afectada de lleno por la caída de los precios del petróleo».
«En un mundo árabe en crisis, amenazado por los separatismos y las divisiones, el éxito de la reunificación de Marruecos en el marco de un gran proyecto nacional de renovación y desarrollo global es uno de los pocos motivos de esperanza», afirma el geopolitólogo, subrayando que el Reino es «el único país emergente del Magreb y el único que presenta serias garantías para la estabilidad de toda la región y la lucha contra la amenaza terrorista».
«Es hora de que cese la farsa separatista. Unos 20 Estados, entre ellos los Estados Unidos, ya han reconocido la marroquidad del Sáhara y han abierto consulados en Laayún y Dajla. A su vez, Francia debe avanzar en la misma dirección», concluyó.