El diario peruano «Expreso» analiza la «hostilidad obsesiva» de Argelia contra Marruecos
El diario peruano «Expreso» analizó en un largo artículo “la hostilidad obsesiva» de Argelia contra Marruecos, expresando su gran asombro por el hecho de que el vecino del este «siga gastando tantos recursos, tanta energía y tanto dinero» para apoyar una causa perdida de antemano.
El autor del artículo afirma no entender cómo «un país rico en gas que se permite financiar a tiranos y mercenarios del frente polisario, sufre de escasez de productos básicos como aceite, leche o harina» y cómo se obsesiona con Marruecos «en lugar de invertir sus esfuerzos en su desarrollo interno y de satisfacer las demandas sociales de su pueblo y de su juventud». Expreso plantea un inicio de respuesta que, según él, se encuentra en la historia de la creación del polisario que «robó todo el dinero de los auténticos argelinos, se dedicó a traficar con drogas y coquetear con el terrorismo», calificándolo de un «hijo bastardo» de Argelia, que ya tiene 47 años y está «cansado, frustrado y completamente moribundo». Argelia que invirtió toda su riqueza en este “hijo ilegitimo”, escribe el periódico, sigue empeñándose en “apoyar la guerrilla del polisario y usa a los saharauis secuestrados en su territorio como una “herramienta” para contrarrestar a Marruecos y desestabilizar así toda la región del Magreb”. » Son muchas las razones y motivos que llevan a este país a obsesionarse con Marruecos «, prosigue el diario. En primer lugar, está «la política del régimen argelino y su diplomacia que no tienen otro dosier salvo las maniobras barriobajeras en todos los foros regionales e internacionales de diferentes sectores en contra de su vecino del oeste», Marruecos. El único eje de trabajo del Ministerio argelino de Asuntos Exteriores consiste en mantener al polisario con vida para seguir “soñando con la hegemónica regional y su quimera de encontrar una salida hacia el Océano Atlántico con el fin de cortar cualquier vínculo de Marruecos con África», escribe el medio peruano. Siendo parte directa del conflicto regional sobre el Sáhara, “Argelia se contradice entre sus hechos y dichos, tiene una responsabilidad flagrante en el conflicto y las evidencias no faltan, estima Expreso. “Argelia financia, Argelia acoge, Argelia arma y Argelia sostiene diplomáticamente y mediáticamente a los mercenarios del polisario”. Otro elemento explicativo mencionado por el periódico se refiere a los campamentos de Tinduf, instalados desde hace más de 45 años en el sur de Argelia. Menos de un 20% de los habitantes que viven en estos campamentos son de origen saharaui (marroquí o mauritano), los demás son argelinos y nacionales de países vecinos como Mauritania, Malí, Níger y Chad, precisa Expreso. Sin embargo, «el polisario siempre tiende a exagerar el número de habitantes de estos campamentos de la vergüenza» para perpetuar el conflicto y obtener más ayuda de los países donantes y de las organizaciones internacionales y enriquecer así a los generales argelinos y a los dirigentes de este movimiento separatista, agrega el diario. Es por ello, que el “papá del polisario (Argelia) rechaza firmemente el censo de la población de estos campamentos a pesar de los repetidos llamamientos de varias organizaciones internacionales, usando como escudo humano a hombres, mujeres y niños que viven en condiciones inhumanas y privados del más mínimo derecho fundamental, como es la libertad de movimiento o de expresión», prosigue el periódico peruano. La frustración de Argelia, que es la única responsable de la perduración del conflicto durante tantos años, proviene también del hecho de que «no ha conseguido obtener el reconocimiento de su hijo ilegítimo, ni en las Naciones Unidas ni en la Unión Africana, a pesar de sus repetidas maniobras de desestabilización», que consisten en poner en riesgo el proceso político de las Naciones Unidas para avanzar hacia una solución realista y realizable de la cuestión del Sáhara. Ante las fracasadas artimañas de Argelia y los numerosos logros de la diplomacia marroquí, el polisario se convirtió en un gran problema para Argelia, puesto que la comunidad internacional ha entendido de una vez por todas que “es Argelia y no el polisario, quien debe sentarse a negociar con Marruecos una solución definitiva de este diferendo», escribe Expreso. Señalando las «ambivalencias» de Argelia sobre el alto el fuego en vigor en el Sáhara, que difunden los servicios de inteligencia argelinos y su prensa, el periódico peruano retoma el llamamiento hecho por el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, al Consejo de Seguridad para «determinar, con toda objetividad, quién viola el alto el fuego a diario, y quién se aferra a él al mismo tiempo. El Consejo de Seguridad está llamado también a aclarar quién apoya y quién obstaculiza el proceso político» ante la ONU. «A través de todo lo que dice y hace, su movilización y sus posiciones, Argelia demuestra que es la parte real. Es ella la que lo confirma diariamente a través de sus declaraciones y sus acciones», afirmó Bourita, citado en el artículo de Expreso. Finalmente, el último elemento de respuesta a la obsesión argelina por Marruecos se encuentra en las protestas masivas del Hirak argelino para reclamar un Estado civil y no militar, denunciar el fracaso de la campaña de vacunación y los numerosos casos de corrupción dentro de la cúpula militar. Todos estos “son elementos que llevan al régimen argelino a crear un enemigo externo para desviar la atención del pueblo argelino de sus verdaderos problemas». «La insistencia de Argelia para hacer perdurar el diferendo artificial sobre el Sáhara no hace más que complicar y poner trabas al proceso de la integración económica a nivel regional y continental, desaprovechando las oportunidades que ofrece el continente más joven del mundo y el más rico en recursos naturales», concluye el análisis de Expreso.