La Asamblea General de la ONU reafirma su apoyo al proceso político para el arreglo del diferendo regional sobre el Sáhara marroquí

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, sin votación, una resolución aprobada en noviembre por la Cuarta Comisión, que reitera su apoyo al proceso político bajo los auspicios de las Naciones Unidas para el arreglo del diferendo regional sobre el Sáhara marroquí.
En la resolución se exhorta a todas las partes a cooperar plenamente con el secretario general de las Naciones Unidas para lograr una solución política a este diferendo regional. Apoya así el proceso político basado en las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007, para lograr una solución «política justa, duradera y mutuamente aceptable» a la cuestión del Sáhara marroquí.
El texto elogia los esfuerzos realizados en ese sentido y exhorta a todas las partes a cooperar plenamente con el secretario general y entre sí para lograr una «solución política mutuamente aceptable».
Esta resolución, al igual que las anteriores y las aprobadas por el Consejo de Seguridad en las dos últimas décadas, no cita en ningún momento el referéndum, muerto y enterrado tanto por el secretario general de las Naciones Unidas como por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En esta resolución, la Asamblea General de las Naciones Unidas también se felicitó del compromiso de las partes con seguir mostrando voluntad política y trabajar en una atmósfera propicia al diálogo, sobre la base de los esfuerzos realizados y de los acontecimientos ocurridos desde 2006, garantizando así la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007.
Cabe señalar que el único hecho nuevo ocurrido en el proceso político desde 2006 es la presentación por Marruecos, el 11 de abril de 2007, de la iniciativa de autonomía.
A este respecto, la resolución expresa el apoyo de la Asamblea General a las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007, que consagran la preeminencia de la iniciativa de autonomía presentada por Marruecos, saludada por el Órgano Ejecutivo y por toda la comunidad internacional como la única iniciativa seria y creíble para la solución definitiva de este diferendo regional, en el marco de la plena soberanía y la integridad territorial del Reino.
El texto también apoya las recomendaciones de las resoluciones 2440 y 2468, aprobadas respectivamente en octubre de 2018 y abril de 2019 por el Consejo de Seguridad, y consagradas en las resoluciones 2494, de 30 de octubre de 2019, y 2548, de 30 de octubre de 2020, que determinan los parámetros de la solución del diferendo regional sobre el Sáhara marroquí, a saber, una solución política, realista, pragmática,