Un ex-ministro mauritano arremete contra los complots del Polisario y el régimen argelino en la región

Tras las atronadoras declaraciones del expresidente tunecino, Moncef Marzouki, quién desnudo los esquemas de los gobernantes en Argelia contra la integridad territorial de Marruecos, le toca el turno al ex alto cargo del Estado mauritano, Mohamed Oueld Lamine de arremeter contra los complots del régimen argelino y del Polisario para la creación de un sexto estado en el Magreb.

Este ex asesor de la presidencia mauritana y ex-ministro de Información insistió en que «apoyar la creación de un sexto estado en la región del Magreb será un pecado histórico» aludiendo a las maniobras argelinas encaminadas a la partición del Sahara marroquí en beneficio del Frente Polisario.

«Es absurdo subdividir lo que se dividió ( bajo la época colonial ), sobre todo cuando uno se da cuenta del daño que causa este estado de cosas», declaró en una entrevista con el semanario Al Ayyam, Mohamed Oueld Lamine, barriéndo la idea de «la creación de un nuevo estado en una región con fronteras delimitadas, conocidas y reconocidas por la comunidad internacional».

Como recordatorio, el ex-jefe de Estado tunecino Moncef Marzouki también había declarado en una entrevista concedida recientemente a la publicación londinense «Al Quds Al Arabi» que era inadmisible «sacrificar el futuro de 100 millones de norteafricanos» en beneficio de 200.000 saharauis que viven en los campamentos de Tinduf ”, despertando la ira de los dirigentes argelinos y una avalancha de duras críticas y fuera de lugar en las columnas de los medios de comunicación a las órdenes de los generales.

Las maniobras maquiavélicas del régimen verde caqui argelino quedaron al descubierto durante la crisis creada por las milicias del Polisario en el puesto fronterizo de Guerguerat que úne Marruecos con Mauritania, antes de ser desbloqueadas con habilidad y sin derramamiento de sangre por las Fuerzas Armadas Reales (FAR) el 13 de noviembre.

Tras esta intervención, el enfoque marroquí sigue recibiendo el apoyo de los cuatro rincones del mundo, en un momento en que escasos países, por no decir ningún país, han intentado justificar las provocaciones del Polisario que respalda el régimen argelino.